MÉRIDA, Yuc.-  Adán Misael “N”, de 50 años de edad, acusado de dar muerte a su madre en Maní, tendría otros antecedentes que ya salieron a relucir, además de que es adicto al cemento plástico. 

Adán Misael tendría historial delictivo en Maní, donde se señala que ha quemado unas 15 casas de huano cuando se pelea, siendo esa su forma de venganza, pero a los pocos días sale de la cárcel, incluso en una ocasión los pobladores casi lo linchan. 

También, comentaron que hace dos décadas, en el barrio de San Juan, donde estaba una aeropista clandestina, dio muerte a un señor, pero su papá se echó la culpa. 

¿Cómo sucedió el crimen?

Como informamos, este viernes poco después de las 7 de la mañana, en la calle 25 entre 20 y 18 de Maní fue encontrado el cuerpo de una mujer, el cual estaba envuelto con una cobija dentro un costal y había sido arrojado a una sascabera. 

Según datos recabados, Adán Misael, tras regresar de su “viaje” de la droga, fue a avisarle a una de sus hermanas, de nombre Marleny, que su madre estaba muerta y tirada en una cueva, pero que no sabía cómo había sucedido.

Las hermanas no le creyeron porque siempre anda “perdido” en el vicio, por lo que fueron a verificar si era cierto, y al comprobar que era verdad lo que afirmaba, dieron aviso a las autoridades municipales, arribando al sitio varios elementos policíacos a los pocos minutos. 

En la sascabera se encontraba el cadáver en estado de putrefacción de doña Margarita “N”, de 72 años, quien llevaba ahí más de tres días.

Olor putrefacto

Vecinos señalaron que el pasado jueves unos jóvenes se encontraban jugando en la cancha de la colonia La Candelaria y sintieron un mal olor de putrefacción, pero no le dieron importancia y siguieron con su partido, pero este viernes por la mañana se llevaron todos la terrible sorpresa de que su vecina ya estaba muerta.

Al sitio llegaron las autoridades municipales al mando del director de la Policía, Edward Gaspar Chan Suárez, quien a su vez dio aviso a la Fiscalía General del Estado (FGE) así como a los de la Policìa Estatal de Investigación (PEI) y al Servicio Médico Forense (Semefo). 

Mientras, los forenses realizaban su trabajo, se escucharon varias detonaciones de arma de fuego porque Adán Misael se resguardó en el interior de su casa y no se quería entregar, y de esa manera lo obligaron a salir, sacándolo en la parte de atrás y llevándoselo a Mérida como sospechoso de este parricidio. 

Familiares señalaron que el alcalde les ofreció ayuda para realizar las diligencias.

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