En Yucatán, debido principalmente al estrés y las condiciones de vida cada vez más aceleradas, los trastornos de la alimentación han aumentado en los últimos años. En 2022, subieron casi 50 por ciento, advirtieron especialistas.

Betina Lara Ceballos, especialista del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (Issste), señaló que el año pasado se confirmaron 18 mil 803 casos: 91.57 por ciento por obesidad, 7.98 por desnutrición, y 0.45 por anorexia y bulimia; un incremento de 59.19 por ciento, respecto a los 11 mil 812 del 2021.

La mayor variación se observó en anorexia, bulimia y otros trastornos alimenticios, al pasar de 34 a 85 pacientes atendidos, la cifra más alta en nueve años, que significó en 2022 un alza de 150 por ciento, comparado con el año anterior.

En 2022 se diagnosticaron mil 501 casos de desnutrición, un alza de 65.67 por ciento en relación con los 906 confirmados en 2021. En tanto que la obesidad creció en 58.36 por ciento, con 17 mil 217 casos, por 10 mil 872 del 2021.

No existe la cultura de la buena alimentación 

Lara Ceballos dijo que a pesar de que los malos hábitos de alimentación pueden causar la muerte, no existe la cultura de la prevención y aprendizaje entre la población, ya que se visita al especialista hasta que el problema es grave.

“Debemos aprender a comer, saber combinar los alimentos, respetar las cantidades e ingerir agua durante el día, en vez de comida y bebidas consideradas como chatarra”, indicó la especialista de la Clínica-Hospital Mérida del Issste, ubicada en Susulá.