En la segunda parte de enero, los pequeños comerciantes de la ciudad han levantado la voz de alarma debido a una preocupante escalada de precios en productos pertenecientes a la canasta básica.

La escalada de precios abarca una variedad de productos esenciales, desde alimentos básicos hasta artículos de primera necesidad, impactando directamente en el bolsillo de los consumidores y generando incertidumbre en el tejido comercial local.

Durante el pasado mes de diciembre, la inflación en la ciudad de Mérida se ubicó en 6.23 por ciento a tasa anual, según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).

El dato de diciembre frenó los 9 meses consecutivos de la desaceleración del índice inflacionario para la capital yucateca.

Al cierre de 2023, Mérida se convirtió en la segunda ciudad más cara del país, sólo de bajo de Tapachula, Chiapas, que se colocó a la cabeza con 7.14 por ciento de inflación anualizada al último mes del año pasado.

María Trinidad Guerrero Jiménez, presidenta de la delegación local de la Cámara Nacional de Comercio en Pequeño (Canacope), alertó sobre una cascada de aumentos en los precios de los productos de la canasta básica, generando preocupación entre los pequeños comerciantes.

Dijo que la situación preocupa a los pequeños comerciantes, quienes juegan un papel crucial en la economía local y brindan servicios esenciales a la comunidad.

Además, abundó, se espera que esta situación pueda tener un impacto en el comportamiento de compra de los consumidores, quienes podrían verse obligados a ajustar sus presupuestos y prioridades de gasto ante estos incrementos de precios.

El dirigente de los Pequeños Comerciantes de la ciudad de Mérida, Pedro Chiquini, señaló que esta situación afecta directamente a los ingresos de los socios de la agrupación, ya que los consumidores están comprando menos y adquiriendo solo lo necesario.

Dijo que los productores de alimentos y bebidas elaboradas con azúcar han ajustado los precios de sus productos, abarcando desde panes dulces, galletas dulces hasta refrescos embotellados y jugos.

Este fenómeno, agregó, ha impactado negativamente en la demanda de productos como panes, pastelitos, chocolates y productos enlatados, lo que agrava la situación económica de los pequeños comerciantes.

Comentó que, ante esta escalada, se espera que las autoridades y organismos relacionados con el comercio tomen medidas para abordar la situación y encontrar soluciones que mitiguen el impacto en los pequeños comerciantes y en la economía local en general.