Todos los seres humanos somos un cúmulo de experiencias, alegrías y sinsabores que pueden servir para que todas y todos aprendamos de esas vivencias que sacan lo positivo, lo mejor de las personas que tienen que sobrellevar alguna adversidad y a base de tesón y confianza en sí mismas se convierten en un modelo a seguir para saber que la vida vale la pena ser vivida.

De lo anterior se engranó la idea de llevar una “Biblioteca Humana”, con el “texto” de lo que otras personas han vivido a quienes deseasen abrevar en las vivencias de otra gente, como si de un libro se tratase, un proyecto que se inició con la organización no gubernamental Stop The Violence (Detén la violencia, en español), en Copenhague, en el año 2000.

En México se realizó la primera “Biblioteca Humana” en la Biblioteca Vasconcelos de la Secretaría de la Cultura en la Ciudad de México el 28 de septiembre de 2014 y desde entonces se han replicado otras con temas variados, entre ellos bullying, depresión, obesidad, diabetes, etcétera.

La Comisión de Derechos Humanos del Estado de Yucatán y el Centro para Prevenir y Eliminar la Discriminación en el Estado de Yucatán llevamos ante estudiantes de la Universidad Tecnológica Metropolitana a personas que como si fueran un libro relataron sus experiencias de vida a quien se interesó en preguntarles y escucharlos.

La “Biblioteca Humana” se llevó a cabo en el marco del Día Nacional contra la Discriminación, que se conmemoró el pasado19 de octubre, fecha en que don Miguel Hidalgo y Costilla abolió la esclavitud en México, en 1810.

Quiero agradecer, desde este espacio, a quienes nos apoyaron para llevar a cabo esta actividad: Míriam Abud Bujaidar, joven con discapacidad intelectual; los capacitadores de la Codhey Rafael López Campos, persona adulta mayor, y el Lic. Rodrigo Chan Cua, invidente; la sobreviviente de cáncer infantil Aliss Tamayo; el vicepresidente de la Red de Personas Afectadas por VIH (Repavih), Eduardo Espadas, y a los integrantes de la Asociación Yucateca Pro Deficiente Auditivo, Jorge Canto Herrera, Naicy Nájera Solís y María Georgina Canto.

Las historias narradas por estos “libros humanos” quizá arrancaron una lágrima furtiva a quienes abrevaron en ellos, pero lo más importante sería el mensaje de no desmayar cuando la adversidad hace presa de nosotros y superar los obstáculos que la vida pueda oponernos.

Ojalá que las historias narradas por estos “libros humanos” contribuyan en mucho para eliminar del seno de nuestra sociedad la discriminación, la insolidaridad y tantos antivalores con los que en ocasiones estigmatizamos a las personas con algún tipo de discapacidad.