Con la finalidad de prevenir más casos de suicidios en Yucatán, que últimamente se han presentado en edades más tempranas de las personas, el Colegio de Psicólogos de Yucatán ha planteado la propuesta a las autoridades educativas estatales de abordar este tema desde la educación básica, a través de la impartición de talleres, pláticas y otras actividades de sensibilización que tengan un impacto positivo entre los estudiantes.

Sobre el tema, la presidenta de esta asociación civil, Patricia Gilí López, indicó que la atención psicológica y orientación debe ser fundamental desde la temprana edad, por lo que abordar el tema del suicidio desde las escuelas primarias podría traer resultados favorables que inhiban los casos en el Estado.

“Hay que empezar a prevenir, a sensibilizar y a culturizar a la sociedad en este tema y no tener miedo de hablar del suicidio, tampoco normalizarlo, pero que desde las escuelas primarias y hasta las universidades este sea un tema que se trate, para que las personas no sientan el miedo de hablarlo ni la vergüenza de compartirlo con sus familiares más cercanos”, expuso.

En entrevista con Novedades Yucatán, la especialista recordó que durante este mes se realizó un foro de prevención de suicido denominado “Saber qué hacer”, para que la sociedad conozca un poco más la manera de abordar este problema y apoyar a un familiar o amigo que ha intentado suicidarse.

Gilí López destacó que el Colegio de Psicólogos ha trabajado el aspecto de la psi coeducación en las escuelas, desde la primaria y en todos los niveles educativos, así como con el Congreso del Estado a través de una iniciativa de ley para reforzar el tema de la prevención suicidio en los espacios escolares.

“Ya hay que dedicarle realmente políticas públicas a esta situación…hay que aprovechar que ahora tenemos una materia en el sistema educativo, que es habilidades socioemocionales y ahí integrar a los niños porque realmente tenemos un índice importante de suicido infantil”, anotó.

Subrayó que es básico que las personas aprendan a controlar y conocer sus emociones para que a partir de ahí puedan validarlas, controlarlas y saber qué siente, para que no se confunda si es que está triste o ansiosa.

“Es una buena manera de buscar soluciones y de acercarse a especialistas y buscar soluciones, que nos acerquemos a las instrucciones que ofrecen apoyo y asesoría en estos temas, porque no hay que dejar un lado el asunto, sino atenderlo cuando nos percatemos en señales y alertas de nuestros hijos o familiares”, finalizó. 

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