MÉRIDA, Yucatán.- Las autoridades hallaron esta mañana el cadáver de Érica Anahí C.D., quien estaba desaparecida desde el 10 de septiembre pasado. El cuerpo de la joven estaba enterrado en una fosa en un rancho de los papás de su ex pareja en Huhí, de donde era originaria.

Como se recordará, desde la fecha indicada la muchacha de 24 años de edad desapareció después de haber ido a trabajar. Sus familiares interpusieron la denuncia correspondiente e inició la investigación por parte de las autoridades para tratar de dar con su paradero.

Una de las personas que fue entrevistada por las autoridades fue el ex novio de Érica, identificado como Francisco Javier "N", quien el día 30 de septiembre fue hallado ahorcado en su domicilio, ahí mismo en Huhí.

La madre de este hombre indicó que su hijo estaba deprimido por la desaparición de su ex pareja, y posteriormente trascendió que el hoy occiso dejó una carta póstuma donde afirmaba haber matado a Erica, sin decir dónde la había enterrado.

Aunque la versión nunca fue oficializada, las autoridades iniciaron la búsqueda de la joven en terrenos de Huhí y zonas aledañas, usando perros entrenados e incluso el helicóptero de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP). Es decir, ya se manejaba la posibilidad de que la mujer estuviera muerta.

Finalmente, hoy por la mañana se encontró una fosa cerca del rancho de los papás de Francisco Javier "N", sobre la carretera Huhí-Sotuta, en donde estaba el cuerpo de Erica. Se solicitó la intervención de las autoridades forenses para los trámites necesarios.

Sepultan a ex novio

A penas el día de ayer, el cuerpo de Francisco Javier “N” fue sepultado después de estar cinco días en la morgue.

Alrededor de las 10:00 horas de este lunes, el cuerpo de Francisco, de 41 años de edad, fue trasladado al predio de la calle 20 entre 19 y 23 de Huhí, luego de que el 30 de septiembre se quitó la vida por la vía del ahorcamiento. 

El cuerpo llegó a Huhí a bordo de una carroza fúnebre que se detuvo unos minutos en casa de sus padres, donde fue velado brevemente.

Posteriormente, el cadáver fue llevado al cementerio municipal y enterrado, mientras en el lugar estaban familiares y cerca de una docena de amigos, entre ellos mototaxistas y taxistas de la agrupación donde él laboraba.