Techos verdes
El Poder de la Pluma.
Los techos verdes están de moda en varios países y México no es la excepción: en años recientes hemos visto que algunas empresas, sobre todo en la capital, aplican este tipo de actividad que es de gran ayuda al ambiente.
Los techos verdes son una tendencia nueva de bioconstrucción, aunque, en realidad, llevan siglos es países escandinavos. Los techos verdes pueden variar desde un sencillo espacio con plantas pequeñas hasta toda una superficie adaptada para simular un bosque o un parque. Su tamaño y características varían de acuerdo con el resultado que se busca, desde mejorar el entorno hasta aislante térmico y purificador del aire. Los techos verdes o “gardens roots” permiten cultivar sobre una losa cualquier tipo de vegetación, desde pasto común hasta un árbol; básicamente son jardines en el techo o terraza de cualquier inmueble.
Hoy tener un techo verde en su hogar o lugar de trabajo ofrece grandes beneficios medio ambientales, de salud y económicos. Las cubiertas ajardinadas serán similares en cuanto a vegetación a los jardines verticales. La modalidad cambia en su instalación, ya que la primera es para edificios horizontales o ligeramente inclinados, y los jardines verticales son para paredes o muros. Estas cubiertas deben tener impermeabilizada la zona, estar rodeadas de pretiles o muros como si fuese una caja, a la cual se le pueda agregar el sustrato y la vegetación. El riego puede ser automatizado o manual. Asimismo, el jardín vertical requiere una estructura de soporte para fijarse al muro, además de una membrana impermeable para que no pase la humedad.
Estudios realizados por universidades en los Estados Unidos comprobaron que si en la parte más alta de un edificio existe un techo verde, la temperatura disminuye considerablemente, y por si esto fuese poco, en temporada de lluvias, al caer el agua sobre estos techos, por obvias razones es absorbida, por lo que impide que corra hacia las alcantarillas e impide que las calles se inunden. Se ha demostrado de igual manera que si se le añade a la construcción varias capas de pintura blanca, la temperatura se reduce considerablemente y baja el consumo de energía eléctrica y de gas del aire acondicionado.
Este tipo de techos puede sustituir a los impermeabilizantes, lo que evita un gasto anual en ese rubro. Además de ser estético si se le da el cuidado adecuado, ayuda a reducir el fenómeno conocido como islas de calor en las ciudades, en donde las planchas de cemento calientan el aire. Igualmente, disminuye la velocidad de escurrimiento del agua, lo que contribuye a evitar las inundaciones en los centros urbanos y recupera el agua de lluvia. Entre las aportaciones de esta innovación se encuentra un sistema que utiliza PET reciclado para atrapar las raíces y evitar que rompan los techos. Las botellas de plástico, además, sirven para levantar el sustrato (tierra) y tienen la ventaja que son de peso ligero.
Sería recomendable que los constructores empiecen a considerar la utilización de este tipo de recursos por sus múltiples beneficios y en breve tengamos más espacios en Yucatán con este tipo de bioconstrucciones.