En estos tiempos ya se ha comprobado que el clima de la Tierra se está
calentando, y existen varios factores que así lo demuestran. Durante el siglo XX, la temperatura media de este planeta subió 0.6 grados Celsius (1.1° Farenheit). En
los años recientes los científicos han encontrado que el cambio de temperatura también ha provocado mutaciones en otros aspectos de nuestro planeta.

Los efectos del calentamiento global son de gran envergadura y están provocando también modificaciones en las actividades rutinarias de las personas. Este calentamiento está causando que el aire y los océanos se calienten, que se derrita más cantidad de nieve y hielo en las regiones polares de la Tierra y que ascienda el nivel del mar en varios puntos del globo terráqueo.

Durante el siglo pasado, las temperaturas árticas aumentaron doblemente la tasa del índice promedio global, y esto como parte de los cambios que ya resentimos las personas y que nos han hecho modificar de diversas maneras nuestros hábitos de relación entre nosotros y con el medio ambiente.

La cantidad de precipitación pluvial ha cambiado en diversas regiones del mundo, al igual que otros aspectos de acontecimientos extremos de estados del tiempo como sequías, olas de calor e intensidad de huracanes y de tifones.

De acuerdo con el Panel Intergubernamental de Cambio del Clima (IPCC, siglas en inglés de Inter governamental Panel on Climate Change), formado por un grupo de un centenar de científicos organizados por las Naciones Unidas para que resuman nuestra comprensión actual del clima, las actividades de los seres humanos están haciendo que la Tierra se caliente.

Estas actividades humanas que están causando el actual calentamiento del planeta incluyen quema de combustibles como carbón, aceite y gas. La utilización de estos combustibles lanza gases de efecto invernadero hacia la atmósfera y mayor volumen de gases de efecto invernadero hace que este efecto en la tierra se intensifique y se caliente el clima.

Los cambios en la forma de uso que hacemos de nuestros suelos también tienen un impacto
sobre el clima y eso ya lo estamos percibiendo. El clima del planeta se calienta asimismo cuando se talan árboles y otras plantas para obtener madera para la construcción y otras actividades, pues sin la capa vegetal la mayor parte del gas de dióxido de carbono permanece en la atmósfera.

Estamos cosechando lo que hemos estado sembrando desde hace décadas, y eso hoy el planeta nos lo está reclamando; es tiempo de hacer nuestra parte y no seguir contribuyendo con nuestra irresponsabilidad a estos daños que afectarán seguramente a las nuevas generaciones. Abramos los ojos y actuemos.