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(SIPSE.com)
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Trabajan en entornos con temperaturas que llegan a elevar el mercurio a los 300 grados.

Aquí la sensación térmica doblega hasta a los más fuertes. Panaderos, molineros, albañiles y repartidores, son algunos de los personajes que laboran bajo una constante de temperaturas elevadas.

Trabajan bajo el incesante Sol en la ciudad de Mérida, que cocina la piel a fuego lento. Su trabajo empieza desde muy temprano, se colocan sus sombreros, gorras, gafas contra el
Sol, en busca de hacer más liviana la carga del aturdidor bochorno yucateco.

El excesivo calor los ha obligado. Incluso, a recorrer una hora antes el inicio de su jornada, con lo que buscan evitar un fatídico golpe de calor. Pese a que están acostumbrados a lo elevado de las temperaturas de la tierra del Mayab, este año pareciera que uno de los más fuertes, esos que casi nadie quiere recordar.

Trabajo al calor de la panadería 

Mario Camargo Colorado, panadero con más de 24 años de experiencia, narró que este calor simplemente no lo había vivido, pese a su experiencia en laborar en ambientes extremadamente cálidos, este año se ha doblado ante el intenso bochorno.

“Este calor no lo recordaba en mis 24 años de trabajar en este oficio. Es aturdidor, nosotros aquí al lado del horno se llega a superar los 300 grados, tenemos que cambiarnos la ropa hasta cinco veces, de tanto que sudamos”, comentó.

Como Mario Camargo, también molineros, albañiles y cobradores son ejemplos de los trabajos que se realizan bajo los inclementes rayos del Sol en la ciudad de Mérida, por lo que muchos optaron por recorrer hasta una hora el arranque de sus actividades, para evitar el fuerte calor.

“Tuvimos que venir una hora antes a la panadería para evitar que la hora del calor nos impacte a la hora que estamos encendiendo el horno. También aprovechamos esa hora para adelantar el trabajo en las mesas de amasado, con ello, a la hora de hornear ya no estamos tanto tiempo cerca del horno y con ello evitamos el intenso calor”, apuntó.

Estos oficios colocan a panaderos, alarifes, molineros, cobradores y diligencieros, en el umbral del infierno. Donde las temperaturas cocinan a los yucatecos a fuego lento.

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