Hablar de los mundiales de futbol es hablar de adrenalina pura. Un torneo tan corto e intenso que nos desconecta por momentos de la vida para observar partidos de potencias mundiales, y más cuando juega nuestro país. Sin embargo, a pesar de que México llevaba varios mundiales asistiendo y pasando a la siguiente ronda, nunca se nos había dado la oportunidad del quinto partido.

Pero, cada mundial teníamos la esperanza de lograrlo por primera vez, y sobre todo, quién se iba a vestir con la camiseta de héroe y sería recordado por lograrlo. Este mundial de Qatar fue la excepción de manera negativa, pues dimos un paso hacia atrás por no haber logrado pasar la fase de grupos. Pero analizando este fracaso, podemos tomar lo que nos sirva para continuar.

Aquí te menciono 5 lecciones que nos deja la eliminación de la selección mexicana en el mundial:

1. No dejar las cosas para lo último: si algo tenemos como cultura es dejar todo para lo último, el cambio de placas, pago de tenencias, estudiar para el examen final el último día, etc. Es lo que le sucedió a la selección, dejó para el último partido su posibilidad de clasificación, no solo dependiendo de ellos, sino también de resultados de terceros.
2. Nunca habrá tiempo suficiente: en varias ocasiones hemos escuchado, con 5 minutos más, lo pudimos haber logrado. El tiempo es fijo y no retrocede ni avanza más lento o más rápido. Lo que no lograste en tus 90 minutos, ya quedó en el pasado. Entrenas para aprovechar al máximo tu potencial en ese tiempo que ya es predeterminado.
3. La importancia de reestructurar a tiempo: cuando algo no está saliendo como queremos o como esperamos tenemos la posibilidad de cambiarlo o cambiar la estrategia. Si analizamos los resultados de los últimos dos años de la selección, nos habremos percatado que se dejó de meter goles y de crear jugadas ofensivas peligrosas. Se tuvo tiempo para realizar dichos cambios.
4. Reconocer los errores y aprender de ellos: partiendo del reconocimiento de un fracaso o de los errores cometidos, solo nos queda aprender de ellos para poder mejorar. Si no se reconoce el fracaso o el error, jamás podremos avanzar para corregir y ser mejores en el camino.
5. Cambiar la página y reinventarte: una vez analizado lo anterior, deja en el pasado lo sucedido y enfócate en las oportunidades que tienes para mejorar. Lo vivido ya pasó, no nos enganchemos como el famoso: ¡no era penal! Modifica lo que tengas que modificar y reinvéntate.