Oferentes y visitantes del popular programa cultural y artesanal “Mérida en Domingo” tomaron con entusiasmo el cambio a su nuevo hogar temporal en el Parque de Santa Ana, luego que la remodelación de la Plaza Grande que obligó a este movimiento, implementado a partir de ayer.

Una de las principales razones de celebración de los artesanos es el notable aumento en la afluencia turística. El ambiente vibrante y la belleza del Parque de Santa Ana han atraído a más personas, lo que augura una temporada prometedora para este evento semanal.

Elda Contreras, artesana de Mérida que se dedica al macramé (el arte de amarrar hilos) y acude cada semana a “Mérida en Domingo”, desde hace 18 años, comentó que, por su parte, está contenta en esta reubicación, vino a trabajar y se siente bien, destacó que un cliente llegó hasta Santa Ana buscándola, los turistas la vinieron, les vendió, es cuestión de saber atenderlos y ser muy positiva, para atraer a los clientes.

“Sí hay ventas, bajas, pero hay, es el primer día y tenemos que esperar también, más adelante, cuando la gente sepa que estamos aquí, vamos a vender, porque tenemos clientes y debemos ser positivas, tenemos para trabajar y eso es lo que buscábamos”, indicó.

Aunque las ventas experimentaron un ligero declive en comparación con semanas anteriores, los organizadores atribuyen esta disminución a la adaptación inicial y confían en que, con el tiempo, la familiaridad con la nueva ubicación aumentará y, junto con ella, las ventas.

Por su parte, Florencia Dzul Chan, artesana de Muna que ofrece ropa típica desde hace 12 años en este espacio en la capital yucateca, considera que es un buen cambio, es importante no perder un día de trabajo, “mientras difundan que estamos en otro sitio, creo que, poco a poco, las personas se van a acostumbrar y llegaran más, está muy bien donde nos acomodaron estoy contenta porque tengo un espacio para ofrecer mis productos”.

Con este traslado, “Mérida en Domingo” busca, no sólo mantener su tradición de celebrar la cultura y el arte local, sino también impulsar el turismo y el comercio en la región. Con la participación activa de los vendedores y el apoyo continuo de la comunidad, se espera que el programa prospere en su nuevo hogar en el Parque de Santa Ana, en tanto regresan a la Plaza Grande, retorno que aún no tiene fecha.

Jorge Flota Mena, quien junto con su esposa elabora artesanías a base de conchas, manifestó que están mejor aquí, más cómodos que en San Juan, sobre todo por el servicio de baños, está un poco baja la afluencia, pero es normal por ser el primer día en este sitio, además por el Sol, pero conforme caiga la noche y se presenten los espectáculos vendrán más personas.