MÉRIDA, Yucatán.- Por años se ha visto a la mujer como la persona que necesariamente tenía que llevar a cabo las labores del hogar principalmente en los municipios, sin embargo, poco a poco se ha visto que el género femenino trabaja en las actividades del campo, pero no pocas veces reconocen la labor que realizan.

Con este fin, el Gobierno del Estado realiza, en conjunto con el Federal, la creación del Programa de Proyectos de Desarrollo Territorial (Prodeter), con el cual grupos de productores puedan adquirir maquinaria e instrumentos para llevar a cabo las actividades en el campo.

Este proyecto tiene el fin de resaltar la labor de la mujer dentro del campo ya que no solo hombres que han solicitado este apoyo; de los 19 grupos que se han conformado en todo el Estado dos son integrados por entre 80 y 100 mujeres que están en comisarías de Tixcacupul y Tizimín.

Las mujeres que estarán apoyadas por este programa beneficiarán indirectamente a unas 300 personas en sus comunidades, que son pequeñas, en la producción de calabaza.

Este programa es de presupuesto compartido: se invertirá 36 millones de pesos, de los cuales 28.2 son federales y 7.8, estatales; pero se llegará a más de 40 millones ya que el productor aportará 20 por ciento.

Seder es la instancia ejecutora que se encarga de supervisar el proceso, mientras que la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader) es la que capacita e instruye a los extensionistas.

Las dependencias de Gobierno fomentan que tanto mujeres como hombres pueden acceder a este tipo de apoyos, como en años anteriores este tipo de proyectos solo era para varones.

Esta actividad demuestra que las mujeres en el campo son parte importante para el desarrollo de sus comunidades ya que en este se ve que las mujeres sostendrán con sus actividades económicas casi todas sus comisarías.

Además los grupos producirán papaya y miel; buscanun valor agregado para el dulce, porque Yucatán es el principal productor en todo el país.

Prodeter ha tenido varias fases: primero se planteó como una necesidad; luego, se convirtió en proyecto, y después, en detonante para adquirir maquinaria, insumos y equipo, en que la o el extensionista tiene un papel importante para la formación, organización y posterior puesta en marcha de lo que conlleva cada estrategia.

El esquema contempla cuatro zonas: la primera, en las comunidades y la cabecera municipal de Tizimín; la segunda, en Tixcacalcupul; la tercera, en Oxkutzcab, y la cuarta, Dzilam González, Yobaín y Sinanché.

Los apoyos ayudan a los pequeños productores a concretar una fuente de trabajo que genere beneficios, para ellos mismos y para sus familias, además de ya no ver a las mujeres como una “ayudante” si no la que puede liderar proyectos.