Él es el capitán Fermín González; quien redactó un manual que aún perdura en la Marina

El capitán Fermín González es coautor de un Manual de Administración e Intendencia Naval

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Fermín González Vera, hoy capitán de fragata en retiro, es coautor del Manual del Oficinista de Administración e Intendencia Naval. (Novedades Yucatán)
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MÉRIDA, Yuc.- En la Marina hay mujeres y hombres que han dejado huella durante su travesía, unos avezados en las maniobras de los buques a su mando o al conducir operativos en tierra, aire y mar, otros dejaron su impronta en la docencia, el deporte o por sus aportaciones al acervo material y cultural de la Armada de México.

De esta última hechura es Fermín González Vera, hoy capitán de fragata en retiro, coautor del Manual del Oficinista de Administración e Intendencia Naval, indispensable para quienes portaron con orgullo el ancla y la pluma en sus insignias.      

En entrevista, el capitán refiere que, en los años 60 ya existía un manual elaborado por el entonces capitán de navío de Infantería de Marina, Enrique Fernández D’oliere –quien, como otros jefes de Infantería de aquellos años, había pertenecido al servicio de Intendencia Naval–, a quien propuso reforzarlo con los cambios en la documentación naval que se estaban generando, a fin de que el libro perdurara para las futuras generaciones.

 

(Novedades Yucatán)

 

Así fue y este manual publicado a principios de los 70, fue utilizado por muchos años en la Escuela de Intendencia Naval y en el Centro de Capacitación de la Armada, en los cursos Preliminar y Avanzado, además del Preparatorio que los noveles marineros iniciaban como comisionados en las oficinas del Detall de los buques o establecimientos en tierra. 

Hoy, en la carrera de Intendencia en la H. Escuela Naval, se utiliza un manual “reciclado” del elaborado por Fernández D’oliere y el capitán Fermín.

La publicación fue un gran acierto

Fue un gran acierto la publicación porque contenía teoría y ejemplos de radiogramas, memorándums, oficios, legajos, informes, inventarios, nóminas, actas, etc., toda la documentación que fluía en la Armada por aquellos años.

En aquel tiempo los oficinistas también elaboraban contratos del personal, afiliación de derechohabientes y hasta actas por deserción u otros delitos, en antiguas máquinas de escribir cuando el internet y las computadoras eran algo aún lejano.

Por su aporte a este manual, el entonces joven oficial González Vera se ganó la confianza del mando de la Armada y, en 1975, siendo teniente de corbeta, fue nombrado jefe de Planillas de la Dirección General de Personal, teniendo bajo su mando los departamentos de Control y Estadística, Planillas, Escalafones, y Estudios y Patentes. 

Un cargo que, comenta, “exigía confianza plena, honestidad, responsabilidad y espíritu de servicio. Fue uno de los mejores servicios que presté a la Armada, con la convicción de que no debía defraudar la confianza que me brindaron mis jefes y comandantes”.

González Vera fue, además, profesor militar en el Centro de Capacitación de la Armada, que le valió recibir la Condecoración al Mérito Docente Naval; así como jefe del Detall y pagador en varias zonas navales, y secretario particular del Oficial Mayor de la Secretaría de Marina. En 1995, luego de 37 años de servir a la patria en la Marina, pasó a situación de retiro como Capitán de Fragata del Servicio de Administración e Intendencia, Oficinista.

El capitán Fermín, quien radica en Xalapa, Veracruz, afirma: “Me considero una persona responsable, disciplinada, con firmes principios como lealtad y honestidad, gracias a las enseñanzas de mis maestros, superiores, compañeros y amigos”. 

Y admite: “Fui exigente con el personal a mi cargo, con la intención de formarlos con rectitud, responsabilidad y vocación de servicio a la patria, fomentando la igualdad y motivándolos para alcanzar sus metas”.

 

 "El machotes"

Acopiar la documentación para el Manual del Oficinista de Administración e Intendencia Naval no fue de un día para otro. Fermín González Vera siempre elaboraba un documento base (machote) de la correspondencia naval de entonces -como muchos oficinistas e intendentes lo hicimos-, lo cual le valió el apodo de "El machotes" por parte de Porfirio Arellanes Altamirano (hoy también capitán de fragata y Licenciado en Derecho, en retiro), uno de sus 19 compañeros de generación en el Curso Avanzado en el Cen-Cap.
De sus condiscípulos recuerda a Mario Espejo Vidal, "con quien convivimos en distintas plazas con nuestras familias y mantenemos la amistad"; a Fernando Zetina Rosales, "quien se distinguía por ser muy inteligente"; a Sergio Ruiz Rosas, el más veterano de todos, y al jefe de grupo, Herminio Hernández Luna, "quien en una ocasión, en el comedor, gritó 'pásame la sopa' y a partir de ahí le apodamos El Sopas".

"¡Ahí viene Fermín!"

En 1977 conocimos a Fermín cuando, siendo teniente de corbeta, estaba a cargo del área de Planillas en la Secretaría de Marina, en Azueta 31, a unos pasos del antiguo edificio de la Semar en Azueta 9, en la Ciudad de México.

Imponía con su presencia en ese edificio donde funcionaban los departamentos de Escalafones, Estudios y Patentes y Control y Estadística, al frente de ellos destacados primeros maestres oficinistas. Acordaba con el director de Personal Naval y otros altos funcionarios; varios comandantes de buques o directores de dependencias llegaban a su oficina a pedirle algún cambio de personal (que sólo autorizaba con el visto bueno del director general) o para algún trámite.

En su ausencia, había cierto relajamiento de las actividades, pero a su arribo, el grito "ahí viene Fermín" ponía a todos en sus escritorios y a trabajar. De ese edificio de Azueta 31 muchos marineros y cabos solicitaron su ingreso a la escuela de Enfermería o de Intendencia Naval, varios de ellos hoy también son capitanes en retiro.

Las memorias

Desde hace varios años, al capitán Fermín le surgió la inquietud de escribir sus vivencias y puso manos a la obra "antes de que la memoria las borre". Lo hace en una máquina de escribir porque, dice, la computadora le cansa la vista, aunque de cuando en cuando se aventura a explorar las redes sociales para comunicarse con sus amigos y compañeros de la Marina con quienes comparte recuerdos y experiencias. Después de su habitual caminata, para ayudar a refrescar la memoria organiza los álbumes de fotos de familia, "por épocas y personas", ahí en Xalapa, Veracruz, donde reside desde 1995, año en el que se retiró del servicio activo de la Armada, donde ya dejó huella y ahora quiere concluir sus memorias y verlas impresas en un libro. "La vida nos enseña a valorar y disfrutar lo que vamos construyendo", nos dice con un dejo de nostalgia, pero plenamente realizado, el capitán de fragata Fermín González Vera.

 

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