Luego de una baja temporada de captura de mero, el sector pesquero centró sus esperanzas en el pulpo, cuyo permiso de pesca comenzó el primero de agosto. Y es que las inversiones de los pescadores ribereños y de mediana altura van desde los 80 mil a los 200 mil pesos, con la esperanza de que el precio del octópodo rondara los 100 pesos por kilo.

El presidente de la Cámara Nacional de la Industria Pesquera y Acuícola (Canainpesca) delegación Yucatán, Víctor Zacarías Solís, señaló en su momento que la captura del mero no levantó como habían previsto, por lo cual consideró un periodo complicado para esta especie. Ante ello, dijo esperar que la temporada de pulpo fuera mucho mejor, pues en los últimos años se han capturado más de 30 mil toneladas.

“Todos en el sector pesquero sabemos que los fenómenos meteorológicos y la presencia de la marea roja pueden afectar de manera importante los volúmenes de captura”, indicó.

Actualmente, el fenómeno de la marea roja afecta las playas de Telchac Puerto y San Crisanto, lo que ha frenado, parcialmente, la pesca en esa zona de la costa yucateca, así como la actividad turística, que es lo que el sector temía que ocurriera desde antes de que aparecieran los manchones.

Zacarías Solís informó que son alrededor de 50 empresas a lo largo de la costa yucateca las que se dedican a la captura y procesamiento del molusco, generando alrededor de 13 mil empleos de manera directa e indirecta, con un arranque de 100 pesos por kilo del producto.

“La buena calidad del pulpo yucateco nos permite tener presencia en entidades como Sinaloa, Jalisco, Sonora, Baja California, El Bajío y la Ciudad de México”, apuntó.

El dirigente empresarial señaló de igual manera que el producto también se envía a mercados internacionales como España, Italia, Japón, Estados Unidos y Colombia. El presidente de la Confederación Mexicana de Cooperativas Pesqueras y Acuícolas, José Luis Carrillo Galaz, destacó que esta pesquería representa una de las más importantes para el Estado.

“Estamos pensando que podemos repetir los números del año pasado, es decir las 30 mil toneladas o un poco más. Esperemos que nos vaya bien”, aseveró, al tiempo que precisó en esta pesquería se involucran alrededor de 13 mil pescadores, quienes salen al mar en cerca de 400 embarcaciones mayores y 5 mil menores.

Carrillo Galaz reconoció que a pesar de que se ha reforzado la vigilancia en la costa y en las zonas consideradas como “focos rojos”, que eran Dzilam de Bravo y Celestún, los casos de pesca furtiva aún continúan y, si bien se disminuyeron por los operativos que se efectuaron en la zona oriente, todavía siguen latentes.

“Los casos de pesca furtiva continúan, ahora que estamos en temporada el delito es menos grave, porque meramente es administrativo, pero la realidad es que hay mucha gente que anda pescando sin permiso”, denunció.

Por ello, consideró que es necesario que las autoridades federales y estatales refuercen dichos operativos en la costa para inhibir aún más estos actos ilícitos.

Respecto a la captura de langosta, Carrillo Galaz dijo que los reportes preliminares indican que la captura va bien y esperan que siga así durante este tiempo, aunque reconoció que el precio ha estado un poco más abajo que el año pasado, con 850 pesos el kilogramo; la temporada de captura de esta especie va del 1 de julio de 2022 al 29 de febrero de 2023.

(Con información de Candelario Robles y Óscar Chan)

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