MÉRIDA, Yuc.- Lo que hace tres años fue un gran proyecto sustentable para contrarrestar el excesivo calor de las viviendas de Yucatán, donde el Instituto de Vivienda (IVEY) y el Centro de Investigaciones Científicas (CICY) invirtieron más de cuatro millones de pesos, hoy es una casa común y corriente que constantemente cambia de habitantes.

En días pasados, Milenio Novedades publicó que el presidente de la Comisión Nacional para el Uso Eficiente de la Energía (Conuee), Odón de Buen Rodríguez, dijo que aunque existe la Norma Oficial Mexicana 020, la cual establece criterios para evitar que las viviendas se recalienten, los desarrolladores en Yucatán no están obligados por lo que prácticamente construyen "hornos".

En este contexto se visitó la vivienda que el IVEY anunció en marzo de 2014 como la primera autosustentable, como parte de un proyecto innovador del CICY. Ésta sería la primera de muchas que se construirían paulatinamente, con materiales amigables con el medio ambiente y ofertadas a un precio razonable y competitivo. Al adecuarla se utilizaron páneles que son placas de fibrocemento con poliestireno, lo que otorga al habitante un ambiente confortable, sin humedad y aislamiento térmico.

A más de tres años de ser entregada, el tiempo y el clima han hecho estragos en la pintura; manchas de humedad se extienden por los paneles; en puertas y ventanas es evidente el deterioro; y aunque todavía tiene el calentador autónomo de agua y el panel solar que permite almacenar energía con una inversión aproximada de nueve mil 500 pesos, no se puede ver su interior ya que una manta lo impide. A pesar de que no hay entrada ni salida de personas, una cadena oxidada es la única seguridad.

El daño en las paredes de la casa es evidente. 

En renta

• El Centro de Investigación Científica dijo que no tiene conocimiento de la situación por la que está pasando dicha casa. Según vecinos, la casa se renta en forma constante y se desconoce el paradero de la beneficiaria original.