MÉRIDA, Yuc.- Debido a recientes hechos violentos sucedidos en diversos centros de rehabilitación para personas con problemas de drogas, se pide a la sociedad tener cuidado al momento de elegir, porque es una parte importante para la recuperación de una adicción, señaló el director del Centro de Integración Juvenil (CIJ), Víctor Roa Muñoz.

Informó que en el directorio que se actualizó en 2019, hay 22 establecimientos registrados ante la Secretaría de Salud, pero solamente siete tienen el reconocimiento por parte de la Comisión Nacional contra las Adicciones (Conadic). 

¿Para qué la certificación a los centros de rehabilitación?

El tener la certificación federal es garantía de que el centro incorpora mejores prácticas, y cuando se tiene algunas observaciones se les da el seguimiento para que se mejoren tanto en lo administrativo, como en lo técnico o en la operación de los programas; hay mayor certeza de que se realiza un trabajo adecuado, respetuoso con apoyo médico y psicológico.

Sin embargo, Roa Muñoz asegura que pueden abrirse muchos más sin tener ninguna certeza y con la misma facilidad cerrar sus puertas cuando se tiene algún problema o simplemente por falta de convocatoria. 

Esta situación hace un poco difícil que familiares de alguna persona adicta conozca realmente la situación en la que se encuentra el lugar, dando al principio “una buena cara pero no la real”. 

“Muchas veces los responsables de estos lugares presentan sus mejores cartas, los mejores servicios, pero están lejos de lo que realmente ofrecen en cuanto a su programa de trabajo, atención entre otras cosas”, señaló. 

Supervisión de la SSY

Aseguró que sí hay supervisión por parte de los servicios de salud, pero debido a la presencia del Covid se ha vuelto más espaciada y “eso evita que muchas veces se dé un seguimiento muy puntual”. 

Precisó que lo importante es que las personas que tengan la necesidad de internar un familiar primero deben de consultar los servicios de salud de la entidad para saber si el lugar está registrado.

Lo siguiente sería visitarlo, platicar con los responsables y cerciorarse de la situación, así como de las condiciones en las que se encuentra, pero, en caso de decirse por alguna institución, también estar pendientes de su familiar o conocido durante su estancia. 

“Uno de los objetivos que se han trabajado es la profesionalización de los servicios; reconocemos que algunos han incorporado el apoyo médico, psicológico a su modelo de auto ayuda que básicamente es a través de “Los 12 pasos”, de Alcohólicos Anónimos; pero muchas veces no lo llevan al pie de la letra y todavía se pueden ver prácticas donde se denigra, se ejerce cierta violencia física, verbal, emocional”, añadió. 

Dijo que el programa Alcohólicos Anónimos el cual es espiritual y basado en tradiciones se ha utilizado como base en ayuda de varios problemas como el de ludópatas, comedores compulsivos, siempre con la armonización de la normatividad y la reglamentación de las autoridades de salud. 

“Muchas veces la familia está desesperada y cansada por lo que busca cualquier alternativa pero muchas veces puede ser contraproducente por eso es importante conocer el tipo de lugar y principalmente que programa maneja”, puntualizó.

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