Salvan la vida de bebita de Mérida que padecía rara malformación del cráneo

Fue operada con éxito en el Centro Médico Nacional “20 de Noviembre” del Issste

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La pequeña bebé Paloma Alhelí, originaria de Mérida, Yucatán padecía una compleja malformación neonatal de cráneo, que le fue corregida. (Novedades Yucatán)
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MÉRIDA, Yuc.- La pequeña bebé Paloma Alhelí, originaria de Mérida, Yucatán padecía una compleja malformación neonatal de cráneo, que le fue corregida gracias a especialistas del Centro Médico Nacional 20 de Noviembre” del Issste en la Ciudad de México.

Mediante un comunicado el Issste informó que con ayuda de una cirugía multidisciplinaria que duró 13 horas, lograron corregir una malformación craneofacial denominada encefalocele fronto naso etmoidal a la bebé prematura de dos meses. 

La alteración es la más grande y compleja de su tipo atendida en ese nosocomio en 40 años

 

(Novedades Yucatán)

 

El titular del organismo, Pedro Zenteno, felicitó al equipo de profesionales por su excelente trabajo a favor de la niña Paloma Alhelí, de Mérida, pues gracias a su profesionalismo lograron salvar una vida y es una acción invaluable.

El equipo logró cambiar las condiciones de vida de la bebé, quien pasó sus primeros cinco meses hospitalizada y en tratamientos. Primero en el Hospital Regional de Mérida, donde nació, y posteriormente en el CMN “20 de Noviembre”.

Compleja cirugía

El neurocirujano pediatra, Valdez Orduño, líder del equipo de tratamiento quirúrgico, explicó que tras un mes de planeación, el pasado 17 de mayo se llevó a cabo la cirugía. 

Consistió en quitar la bolsa de extensión mayor a la cabeza de la bebé, que contenía tejido cerebral no funcional.

 

(Novedades Yucatán)

 

“El reto más importante fue hacer correctamente el cierre del defecto craneal para evitar que se siguiera saliendo tejido cerebral y sus componentes, o líquido cefalorraquídeo, con riesgo de complicaciones como formación de fístulas, infección e incluso la muerte”.

Agregó que el tamaño del defecto ameritó hacer una transposición del hueso hacia la base del cráneo para sostener el cerebro. La incidencia de estas malformaciones es de uno por 25 mil a 30 mil nacidos en el mundo, pero tan grandes como la ocurrida es todavía más raro.

Delicado caso

La cirujana maxilofacial, Laura Leticia Pacheco Ruiz, explicó que, ante el delicado caso solicitaron un modelo 3D para identificar la extensión de la malformación y todas las estructuras óseas craneales afectadas o ausentes. 

Ayudó a planear cuidadosamente el procedimiento quirúrgico y solicitar insumos especiales para llevarlo a cabo.

“Se decidió tomar un injerto de hueso parietal para posicionarlo en la base del cráneo. Como se planificó, el hueso frontal retirado se segmentó en tres fragmentos, dos laterales y uno medial, el cual movilizamos inferiormente para cerrar el defecto nasal, ya que ella no tenía estructuras nasales y con esto las conformamos”.

Posteriormente, el cirujano plástico, Daniel Reyes Cureño hizo la reconstrucción de los tejidos blandos. 

El manejo anestésico fue un reto, señaló el anestesiólogo pediatra, Juan Carlos Torres Carrillo, porque hubo momentos álgidos. El riesgo inherente a una bebé prematura con malformación compleja.




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