|
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram

Ayer concluyó en Nairobi la primera Asamblea ONU–Hábitat con la participación de 193 países, que se estarán reuniendo cada 4 años para analizar las principales tendencias, normas y estándares relacionados con los asentamientos humanos, con el objetivo de tomar decisiones y aprobar resoluciones que enmarcarán la agenda mundial sobre urbanización. El lema de esta reunión, que se llevó a cabo del 27 al 31 de mayo, fue “Innovación para una mejor calidad de vida en ciudades y comunidades” con un enfoque particular en el número 11 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, que es “Ciudades y comunidades sostenibles” y otros ODS.

Es un hecho que la crisis climática global es un desafío sin precedentes para las ciudades, y que para enfrentarse a un reto así de mayúsculo se necesitan soluciones innovadoras e inteligentes, que contribuyan a la prosperidad de las ciudades y las regiones en donde éstas se encuentran, mejorando las condiciones de vida de las comunidades.

Los gobiernos municipales o metropolitanos, de la mano de sus habitantes, tienen que ser pioneros en el impulso e implementación de tecnologías urbanas inteligentes que permitan gestionar los principales servicios que demanda una ciudad: agua, transporte, energía limpia, residuos, espacios públicos y otros, de manera sostenible y que favorezcan la mejora de la calidad de vida de todos sus ciudadanos.

Un ejemplo de soluciones innovadoras son las “ciudades flotantes”, un concepto que cada vez más se aleja de la utopía y se aproxima a convertirse en una realidad posible en el futuro cercano, como quedó claro hace poco más de un mes cuando, precisamente a convocatoria de ONU–Hábitat, se llevó a cabo en Nueva York la Primera Mesa Redonda de Alto Nivel de la ONU sobre Ciudades Flotantes Sostenibles, en la que se presentó el proyecto Oceanix City elaborado por el prestigiado despacho danés Bjarke Ingels Group (BIG). Oceanix City aspira a convertirse en la primera comunidad flotante resistente y sostenible del mundo, abarcado una superficie de 75 hectáreas sobre el mar, capaz de albergar a 10,000 residentes.

Durante la Asamblea, se destacó que México es el país con más ciudades analizadas con la metodología de la “Iniciativa de las Ciudades Prósperas” (City Prosperity Initiative), con 305. CPI es un marco global de monitoreo para la nueva agenda urbana y los objetivos de desarrollo sostenible, que permite a los tomadores de decisiones encauzar políticas públicas con base en datos certeros y evidencia confiable.

Eduardo López Moreno, director de Capacidades de ONU–Hábitat, comentó que “un alto porcentaje de las ciudades crecen formulando políticas y acciones sin evidencia clara e información. Estimamos que el 65% de las autoridades locales no saben cómo y por qué su ciudad está creciendo, en qué dirección y qué está detrás de dicho crecimiento”.

Lo más leído

skeleton





skeleton