Desafíos para estudiantes con necesidades especiales
El poder de la pluma
Ha transcurrido el primer mes de este curso escolar a distancia y la realidad es que, no importa cuán buenos sean los recursos en casa, no importa cuán dispuestos estén los maestros a hacer todo lo posible por un estudiante con necesidades especiales en particular, en muchos casos la lucha será siempre contra las deficiencias del aprendizaje virtual. Los maestros que tienen a su cargo estudiantes con estas necesidades de apoyo han tenido que redoblar esfuerzos para atenderlos; aunque cuenten con el auxilio de los maestros especialistas en Educación Especial, su labor no ha sido fácil.
En iguales circunstancias se encuentran los padres de familia, ya que el aprendizaje virtual es un trabajo de tiempo completo, la razón: los estudiantes con necesidades especiales simplemente piensan de manera diferente a los demás del grupo. Muchos de estos alumnos tienen problemas para mantenerse concentrados y trabajar de forma independiente, ya sea porque tienen un trastorno por déficit de atención real o porque tienen pocas expectativas de saber qué hacer. Lo que funciona en la educación general no funciona para los estudiantes de educación especial. Los conceptos nuevos deben dividirse en partes manejables, enseñarse de forma aislada y practicarse mucho. Eso es casi imposible de realizar en el aprendizaje digital.
Imagine pretender enseñar a un niño con autismo a través del Classroom o por WathsApp; para ello se requiere de una atención personal con un maestro capacitado utilizando adecuaciones especiales para su educación. Con el aislamiento, este apoyo ya no existe, ahora el padre o madre deberá asumir ese rol, será su única ayuda externa en su solitario mundo. Eso significa que el padre deberá averiguar cómo hacer que el niño inicie sesión en sus clases a tiempo. Apoyarlo en todo momento para asegurarse de que su hijo se mantenga concentrado.
Apoyar el aprendizaje virtual para niños que tienen necesidades especiales es mucho más difícil, y se complica más si se tiene la necesidad de salir a trabajar. Esta realidad no sólo es problemática, sino que también afecta la enseñanza de estos alumnos; cuando se trata de educación, se emplean diferentes métodos y prácticas de enseñanza, pero lo que funciona para algunos no funciona para aquellos estudiantes con necesidades especiales, y muchos padres sienten que se encuentran en una situación sin salida en esta pandemia.
En la práctica, significa que la mayoría de las familias y los maestros se han visto obligados a valerse por sí mismos, especialmente en aquellos casos en los que la familia no puede pagar los servicios externos para ayudar al niño en casa. Ha habido muchas afectaciones con esta pandemia, pero, en el caso de la educación pública, el problema se convierte en un tema de equidad: muchos niños con discapacidades viven en la pobreza, hace falta mayor apoyo del gobierno para ayudar en estos casos. La mayoría no podrán superar las limitaciones y simplemente se quedarán atrás.