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En mi lista de destinos por conocer hay muchos lugares que estoy seguro con el paso del tiempo voy a marcar como listos; entre ellos se encuentran Machupichu, Bora Bora y París, y apostaría los 50 centavos que traigo ahora en la mano derecha que son lugares que muchos de nosotros queremos pisar algún día, mínimo para tomarnos una selfie y compartirla en nuestras redes sociales.

En esta ocasión les voy a platicar del más reciente de los lugares que conocí y del que quedé enamorado, ya que son de esos viajes que no quieres que terminen, pues no te alcanza el tiempo para contemplar su belleza, naturaleza y oferta gastronómica; este lindo paraíso que conocí es Bacalar y su famosa y mundialmente conocida Laguna de los 7 colores. Para llegar a este edén de Quintana Roo hay varias maneras: si sales de Mérida, es solo tomar la carretera federal hacia Chetumal, y en el entronque con Cancún, doblar a mano derecha y avanzar unos 35 kilómetros. Si vienes de Cancún, solo déjate llevar por la vía corta hacia la capital del estado y en unas cuatro horas ya estarás ahí, gozando de su laguna multicolor.

Actualmente Bacalar es el único sitio turístico en toda la entidad que está libre del problema del sargazo, lo que lo hace aún más paradisiaco, pues puedes disfrutar desde cualquier punto de su laguna de las bellezas que la rodean, además de refrescarte en sus aguas que no tienen comparación alguna.

El recorrido obligadamente se tiene que iniciar en el centro, ahí encontrarás el fuerte y su parador fotográfico, rodeado de comercios y restaurantes que harán más amena tu estancia, además hay varios servicios adicionales como renta de bicicletas, tours y venta de artesanías, hechas en su totalidad por los habitantes locales, nada de “Made In China”. Bacalar, desde que recibió el distintivo de “Pueblo Mágico”, se ha vuelto un punto obligado y de referencia para quienes visitan la zona sur de Quintana Roo, ya que en ocasiones las travesías pueden complementarse yendo a Mahaual o al malecón de Chetumal.

Todo este auge turístico ha hecho que la oferta hotelera también se expanda, ofreciendo a los visitantes múltiples opciones para hospedarte en este bello municipio, desde casas alojadas en la plataforma Airbnb hasta grandes complejos frente a la laguna que te ofrecen el servicio de todo incluido, aunque a mí me bastó un desayuno americano a la orilla de la laguna para ser muy muy feliz, ya que no importa que sean solo huevitos y café si se puede disfrutar de una vista maravillosa como la que ofrece Bacalar al amanecer.

Ya entrados al tema de la comida, existen varias ofertas gastronómicas con precios accesibles en el centro, o puedes manejar unos 30 minutos hacia Calderitas, ahí hay varios restaurantes que no le fallarán a tu paladar.

Las líneas me quedaron cortas para seguir presumiendo este bello pueblo alejado de toda modernidad, sin embargo en la siguiente bitácora les platicaré un poco más de sus atractivos y cómo vivirlos de una manera inolvidable.

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