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La investigadora Elena Bossi, de la Universidad Nacional de Jujuy, en San Salvador de Jujuy, Argentina, describe a un ser mítico de su país llamado Ucumar. Dice que este ser fantástico es semejante a un hombre y a un oso al mismo tiempo. Además, comenta que vive en las cuevas ubicadas en medio del bosque y de los cerros altísimos cerca de la frontera con Bolivia.

En el relato se cuenta que su madre fue una joven cazadora que se extravió en la selva y fue atrapada por un oso, con el cual tuvo relaciones sexuales, dando así origen a la raza de los ucumares. A este personaje se le describe como un hombre bajo de estatura, panzón y con el cuerpo completamente cubierto de pelos largos y negros, incluida su cara. Pero ésta, conserva los rasgos humanos y sus ojos son pequeños pero muy vivaces.

Bossi agrega que sus piernas son como las del oso y los pies poseen, a diferencia de los nuestros, el dedo grande muy abierto. Además se afirma que tiene los pies al revés, con los talones adelante; de manera que su rastro desorienta a quienes lo siguen. Sus huellas han sido encontradas en los sitios donde toma agua. A veces se pueden escuchar sus extraños gritos en el silencio del bosque.

La gente le teme al Ucumar pues se dice que tiene una fuerza extraordinaria que utiliza para raptar a las mujeres del pueblo a las cuales lleva a su cueva para que vivan con él y tener relaciones sexuales. Si el Ucumar es hembra, entonces secuestra a hombres jóvenes para formar pareja. En la narrativa que la autora hace del mito no aclara si los ucumares se reproducen entre sí o siempre recurren a los humanos.

El relato dice que frecuentemente las mujeres secuestradas regresan a sus hogares luego de algunos años. Los testimonios de las sobrevivientes coinciden en señalar que las llevaron a vivir en una caverna, la cual el hombre oso cerraba con una enorme piedra. Cuando los hijos crecieron, desarrollaron la gran fuerza heredada del padre y entonces pudieron hacer a un lado la piedra que obstruía la salida de la gruta. Entonces, las mujeres aprovecharon la oportunidad para escapar, liberándose del encierro al que fueron sometidas. De esta manera los hijos del Ucumar ayudan a huir a sus madres que regresan a su lugar de origen.

De acuerdo con la descripción física de este ser sobrenatural y con las conductas que manifiesta, se trata de la versión argentina del mito del hombre salvaje que existe en muchas partes del mundo. Las características del Ucumar presentan algunas diferencias con los otros salvajes del planeta, debido a que, en cada lugar, el relato adquiere sus propias particularidades, pero los elementos principales del mito universal están presentes.

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