La Gruta de Calcehtok (II)
Carlos Evia Cervantes: La Gruta de Calcehtok (II)
Dos jóvenes hermanos entraron en conflicto por ganar la preferencia de una mujer quien les puso una prueba para definir al que se quedaría con ella. El hermano que había decidido tomar ventaja, se fue después de la medianoche a la caverna de Calcehtok y halló al venado embrujado. Enseñó al animal el talismán que llevaba e invocó el nombre del hechicero aliado. El mal hermano se acercó al venado y éste le dijo que, en realidad, era un hombre embrujado con las malas artes de una bruja. Así continúa la narración Luis Rosado Vega.
También le contó que ella le había sido infiel y luego le hirió con un pedernal manchado con la sangre de venado muerto en noche de luna en conjunción. Así fue convertido en animal y mientras no arrancara esa punta de pedernal, no podría recuperar la forma humana. Para que esto ocurra es necesario que otro hombre venga a ocupar su lugar.
El venado embrujado dijo que el amuleto que le había dado el hechicero era para que pudiera volver a su antiguo ser y ayudar al portador. El hermano traidor tocó al venado con el amuleto y el ser embrujado le dio nuevas instrucciones. Le dijo que encontrara a un niño menor de seis años y lo trajera consigo a la cueva, pues él le arrancaría el pedernal. “Vendrás al mediodía, pero antes cazarás un venado que también traerás contigo. Una vez que el niño me extraiga el pedernal, tú lo guardarás. Para engañar a tu hermano, colocaremos el cuerpo del venado que traigas en este mismo lugar y que parezca estar dormido. Después solo habrá que esperar a regreses en la noche con tu hermano”, dijo el animal hechizado.
Al día siguiente el mal hermano hizo todo lo que se le dijo. Al mediar el día ya estaba en la caverna, donde el hombre encantado lo esperaba todavía en su falsa forma de animal. El niño, aleccionado entonces por el joven, extrajo el pedernal del cuerpo del animal y de inmediato el venado se transformó en un hombre joven. El venado muerto fue colocado como si estuviera en reposo. El mal hermano tomó el pedernal hechizado y los tres abandonaron la cueva.
Cuando llegó la noche, los dos hermanos tomaron sus arcos y sus flechas. Se encaminaron a la cueva de Calcehtok y vieron al venado en el fondo de la misma y cada quien preparó su arco. El hermano traidor dejó que el otro se adelantara y cuando quedó detrás de él, le clavó la punta del pedernal embrujado a su carnal en su cuello. La víctima se desplomó de inmediato convertida en un venado, manteniendo la flecha hundida en la garganta. Pero tampoco se saldría con la suya, el destino le daría un giro radical al mal hermano (continuará).