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El proyecto de egresos es menor que el ejercido este año. En Yucatán el efecto es en dos vertientes: por un lado, una reducción de más del 6% en participaciones, que representan cerca de $700 millones, la mayoría de estos recursos son para gasto corriente.

Mérida, Valladolid, Tizimín y Progreso tienen ingresos propios, pero son, por mucho, insuficientes, siendo el rubro federal el que balancea las arcas municipales para que cada año salgan con sus gastos; en la mayoría de los municipios del estado el problema por el recorte es mayor, pues casi ninguno cuenta con ingresos propios porque el grado de pobreza de la población es muy elevado y la realidad no se los permite. En la hacienda estatal el problema es similar, dependemos en gran medida de los envíos federales para el gasto corriente. Ahora deberán el gobierno estatal y los municipios reducir su gasto en oficinas y sueldos aún más de lo ya hecho, para poder transitar el próximo año, que será el más difícil. El daño a las arcas, si sumamos la inflación anual, es de esperarse mayor.

El camino del endeudamiento parece ser el que está a la mano para suplir los recursos de origen federal y no cancelar obras urgentes, pero para recurrir a préstamos hay que sustentar los proyectos y checar a mediano plazo la capacidad de pago, si no resulta peor el remedio que la enfermedad. Sólo saldremos adelante recuperando la economía estatal de la crisis económica. Para pedir prestado hay que poder pagar y no veo cómo, si los siguientes años del sexenio federal y estatal tendrán en el mejor de los pronósticos una recuperación muy lenta.

Por el otro lado, la segunda cabeza de esta serpiente está en el presupuesto federal, que con lo asignado al Tren Maya, que suma más de 10 mil millones para el próximo año, permite que la otra vertiente del presupuesto, que es el gasto federal, sea mayor que el de este año, pocos estados se dan ese lujo.

Apoyan otros proyectos como el del estadio deportivo de alta tecnología y autosustentable de inversión privada y la inversión en maquiladoras de empresarios chinos. Como se ha podido leer en Novedades Yucatán en fechas recientes, así se compensan los ingresos faltantes para los próximos años, generando fuentes de empleo de manera significativa, pues ciudadanos con ingresos generan consumo interno y éste le permite ingresos propios al estado.

El gobernador Mauricio Vila y el secretario de economía, Ernesto Herrera, ya informaron de nuevas inversiones privadas; es por el camino de la promoción y garantizado la seguridad pública y el estado de derecho como se le dará certidumbre a la inversión. Debemos proteger lo logrado y promover a nuestro estado para que los ojos de los inversores vean a Yucatán como destino seguro.

PD: no se hagan bolas, hagan lo que saben hacer.

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