El activismo sin reflexión da vueltas en el mismo lugar Rita Segato

En el marco del Día Internacional por la Ciudadanía de las Mujeres el pasado miércoles 8 de septiembre se realizó en la Ciudad de Mérida el Primer Congreso de Mujeres Políticas 2021, en donde participantes de diversos estados del país se reunieron de manera virtual y presencial para debatir sobre diferentes aspecto sustanciales para la vida social y política de las mujeres, además el evento cobró significado al realizarse en el icónico Teatro Peón Contreras, lugar del primer encuentro feminista de México efectuado en 1916.

El acto fue presidido por figuras de los movimientos feministas y representantes del Estado anfitrión. Luego de una amena bienvenida entre discursos y consignas feministas se dieron por inaugurado los trabajos del congreso distribuyendo a las participantes en las mesas de temáticas dispuestas para dialogar sobre los cuatro tópicos definidos por las organizadoras: Violencia Política contra las Mujeres en Razón de Género, Paridad Total y Transversal de las Mujeres, “3 de 3” contra la violencia hacia las mujeres, Ningún agresor en el poder y Construcción de Ciudadanía de las Mujeres.

Los temas abordados sin duda son apremiantes, ya que estos han ido agravándose a causa de la inserción de la mujer en la actividad política, reflejando que la violencia de género ha encontrado otras formas la administración pública, por esa razón se hace relevante que a 105 años del primer acercamiento entre mujeres de diferentes posturas políticas se retomen aspectos fundamentales para continuar la construcción de una sociedad con perspectiva feminista, esto quiere decir, que aquellos derechos que conciernen a ellas deberán ser decididos por el bien de todas.

Sobre esto podemos decir que mejorar las condiciones de la mujer va más allá de las políticas públicas o de la paridad de género, en donde sin duda la integración de esta última ley puede conducir a las representantes para visibilizar otras preocupaciones que afectan a las mujeres y que no han sido incorporadas en la agenda política, pero esta no es la única posibilidad de manifestar las demandas; habría que añadir que esta iniciativa induce también a reflexionar sobre la militancia de mujeres en el interior de los partidos políticos donde su función debe encauzarse para romper prácticas que reproducen la continuidad de las desigualdades anteponiendo lo colectivo sobre el interés individual que propicia el sistema socio-económico y político tradicional.

Como resultado del congreso destacamos indiscutiblemente que todos los espacios de diálogo serán trascendentales si lo que predomina es la voluntad de cambiar lo que ha excluido a las mujeres del ámbito público, el orden patriarcal se manifiesta de formas diversas, es por eso que luchando y reflexionando juntas se puede transformar la realidad en otra forma de sociedad para la construcción de una ciudadanía justa y de paz.