Para cerrar el año

Cesia S. Rodríguez Medina: Para cerrar el año

|
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram

Apunto de cumplir casi otro año borrascoso para la humanidad algunos sucesos parecen darle sentido y esperanza al futuro de la vida en sociedad, que, aunque se avecine de nuevo la incertidumbre por las variantes del Covid-19, se puede desear que se tomen mejores decisiones para el bienestar y salud de todos los seres humanos.

El domingo pasado concluyó un ciclo de elecciones y cambios políticos en América Latina con el triunfo del candidato progresista Gabriel Boric en Chile, esto resulta significativo si reconocemos el pasado tormentoso que después de medio siglo se estacionó sobre el pueblo chileno con el Golpe de Estado, la dictadura de Augusto Pinochet y la intensificación del capitalismo“neoliberalismo” con la imposición de políticas sociales conducidas por los intereses imperialistas de Estados Unidos, que lejos de brindar mejores condiciones a los ciudadanos, remarcó las desigualdades en campos como la salud y la educación, razón que propiciaría la insatisfacción de los chilenos ocasionando el surgimiento de la movilización social en octubre de 2019 por un grupo de estudiantes que se manifestaron debido al alza del precio del transporte público, las protestas se intensificaron provocando la represión militar del gobierno de Sebastián Piñera, el estallido motivó que en el 2020 diera como resultado la votación para una nueva Carta Magna que eliminaría la propuesta de 1980 por Pinochet, la consecuencia fue que más del 70% de la población apostó por el cambio, como ahora lo ha hecho con la elección de la candidatura de Boric. Sin duda podemos deducir un sinfín de interpretaciones y entender este fenómeno desde distintas perspectivas, pero si algo es visible es que ante la radicalización de gobiernos conservadores que privilegian la acumulación de la riqueza para monopolios, donde la población queda exenta del beneficio, la ciudadanía, no solo la chilena, ha dado vuelta de tuerca, como también ha sucedido recientemente con la victoria de Xiomara Castro, electa como la primera presidenta de Honduras tras varios gobiernos de derecha, que no cumplieron con las necesidades ni demandas del pueblo, habiendo llegado al poder tras el Golpe de Estado de 2009, con el que fue derrocado Manuel Zelaya.

Aún nos queda esperar que estas administraciones den respuesta a las necesidades ciudadanas que se han agudizado con la pandemia, como la pobreza que se ha acrecentado, la reducción del poder adquisitivo cada vez más insuficiente para las necesidades básicas, los servicios de salud que se han privatizado, el desempleo y otros resultados de estas políticas neoliberales. Todo esto parece dar a nuestra Latinoamérica un suspiro de esperanza, sabemos que estos cambios no son la culminación de un proceso, sino la continuidad de la revolución de las conciencias que resisten y reiteran la urgencia de un mejor futuro.

Lo más leído

skeleton





skeleton