El reto es conducir con seguridad
Lo importante es saber convivir y tener cortesía.
Desde hace ya varios años he insistido en la importancia de condicionar el otorgamiento de la licencia de conductor a haber recibido y asimilado adecuadamente una capacitación en materia de conocimiento y respeto de las normas de seguridad y convivencia en el espacio vial; no podemos conducir sin tener presente que todos quienes estamos compartiendo la calle tenemos nuestros propios destinos y cronogramas, y debemos procurar hacer que la conducción de todos sea más fácil y menos riesgosa, y al hacerlo los beneficiarios seremos todos.
Un ejemplo es el uso del claxon, que ha motivado la definición de instante como el tiempo transcurrido entre la aparición del verde y que el de atrás nos grite con el claxon. El claxon es un dispositivo molesto que sólo se debe de usar en condiciones especiales, por ejemplo, cuando alguien se incorpora a la vía sin verte o cuando el semáforo está en verde y nadie se mueve pues todos están soñando despiertos; nunca se debe utilizar el claxon cuando te encuentres en un embotellamiento.
Lo importante es saber convivir y tener cortesía; cuando alguien dé respuesta a tus solicitudes y te ceda el paso para incorporarte a una arteria o cambiar de carril, cosa muy rara en nuestra ciudad, mueve siempre la mano en agradecimiento; estas actitudes no requieren de esfuerzo, ni nos afectan en nada, y sí permiten hacer del espacio vial un entorno de convivencia. Pero lo que nunca debemos hacer es desobedecer las normas de circulación que todos debemos conocer y respetar.
Siempre hay que tener presente que la conducción es una actividad que implica un conjunto de condiciones riesgosas; sin embargo, si todos conociésemos y tuviésemos a flor de piel todas las normas que hay que aplicar y respetar, la conducción se convertiría poco a poco en lo que fue en la Mérida del pasado: una actividad social y divertida; nunca debemos olvidar que el espacio vial no tiene otro dueño más que todos quienes lo compartimos.
En estas fechas la conducción debería ser un momento de convivencia, paz y armonía, situación muy diferente a las condiciones del tráfico en nuestra ciudad, especialmente en el comportamiento de todos quienes comparten este espacio público. Felicidades y cortesía.