Como informó Milenio Novedades en su edición del domingo 3 de este mes, mediante una reforma a la Ley General de Hacienda del Gobierno del Estado, enviada al Congreso local para su estudio y eventual aprobación, el Ejecutivo planea que a partir del próximo 1 de enero se cobre el 3% del Impuesto sobre Hospedaje a las casas, villas, departamentos y casonas que operan como centros de alojamiento contratados a través de plataformas tecnológicas como Airbnb, monto que irá en proporción a la renta que se contrate.

La medida, que de aprobarse sólo tendrá repercusión en el ámbito local, es igual a la impuesta en la Ciudad de México desde junio pasado, y va en respuesta al reclamo de los empresarios hoteleros por la competencia que les ha parecido desleal desde esas plataformas digitales. Por cierto, quizás la diferencia con los capitalinos es que la de Yucatán dispone que se ejercerá un control sanitario sobre los establecimientos de hospedaje no hoteleros.

El pago será hecho por los viajeros y al momento de hacer la reserva se mostrará el costo de la renta más el Impuesto sobre el Hospedaje, aunque en la aplicación Airbnb son ellos los que harán la retención del dinero para posteriormente pagarlo al gobierno, por lo que son dichas plataformas las que tendrán que registrarse en las oficinas de gobierno y la Agencia de Administración Fiscal de Yucatán.

Al parecer, de la propuesta enviada al Congreso quedaron excluidas algunas exigencias de los empresarios hoteleros, como la obligación del pago de seguros de responsabilidad civil, así como tarifas comerciales de agua, luz y predial para los prestadores del servicio.

Por cierto, también en el Estado de Quintana Roo se trabaja en la regularización de las plataformas de renta para vacacionar, de modo que pudiera ocurrir que en un momento dado la iniciativa, que hasta ahora se pretende que sea de jurisdicción estatal en varias entidades, se convierte en ley a nivel nacional.

Según el periódico El Financiero, la plataforma Airbnb registra en la Ciudad de México un crecimiento de más de 180%. “Tenemos números bastante grandes en México”, dijo Nathan Blecharczyk, jefe de estrategia en una entrevista, indica el periódico. “Queremos lograr el equilibrio adecuado entre los gobiernos y nuestros usuarios. Si hay preocupaciones, podemos trabajar juntos”. Si eso será suficiente para atender las preocupaciones de los grupos hoteleros o no, es otra cuestión.