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En el amplio mundo del teatro regional se yerguen diferentes voces, formas y estilos. Unos más afortunados que otros, unos con más seguidores que otros. La comedia goza de un público fiel que acompaña a sus representantes y disfruta de sus particularidades e ingenio -cuando los hay-. En ese amplio mercado, tengo el gusto de conocer y disfrutar a varios comediantes. Entre los más afortunados -a mi parecer- sobresale Salomé Sansores, “Chepita”, la mestiza pícara y moderna, la que alinea sus chanclas y tiene un Iphone moderno, obsequio de su patrona. Ella es una mestiza “in” con los últimos tratamientos para el cabello y accesorios de marca. Ella sabe todo de la modernidad. Bueno, en realidad sabe poco pero es curiosa y elocuente, por eso pregunta y después explica lo que entiende. Su humor es totalmente blanco, de ese humor que muchos yucatecos añoran y que cada vez es más difícil de encontrar en nuestro teatro. Quizá por eso es la preferida en eventos sociales y particulares, porque se sabe que no habrá palabras altisonantes, vulgares o momentos grotescos para los invitados.

Aclaro que a este personaje y a esta persona me une un entrañable afecto, de esos afectos que sobreviven los tiempos difíciles y las distancias, la mala leche y el odio gratuito. Como las viejitas, a veces recordamos los tiempos en que íbamos de gira al interior del estado, la paga era muy poca y, en muchas ocasiones, ni siquiera había paga. Pero eso no era lo importante, en Salomé yo tenía una amiga y compañera de escena en la que podía confiar y con la que podía salir de gira sin importar los centavos. Me acompañó en los tiempos difíciles, siempre con la actitud positiva que la caracteriza, misma que ha regalado a su personaje de “Chepita” y con el cual es conocida y admirada por mucha gente, entre la que me incluyo.

No ha sido fácil el camino de Salomé; discriminación por ser blanca, ¿una mestiza huera?, por venir de Umán, por una larga lista de etcéteras que han valido que algunos le cierren las puertas. Pero su talento las ha vuelto a abrir con el esfuerzo de su sonrisa y su trabajo. Ha sido imagen de diversas campañas y ha tenido reconocimientos que respaldan su trabajo. Recientemente realizó un trabajo de protección de los derechos de las niñas, niños y adolescentes de Yucatán, y próximamente tendrá una presentación en coordinación con el Instituto de la Mujer, con su monólogo “Habla mujer”, en el que aborda los distintos tipos de violencia que vivimos y sobrevivimos las mujeres.

Salomé es terca y un poco aferrada, por eso a veces los tiempos se ponen complicados con ella, pero no me cabe duda de que es una mujer trabajadora y que su trabajo pasará a la historia por no omitir ni agredir el trabajo de nadie. Si el lector quiere conocer un poco más sobre esta mestiza, su humor, las campañas que realiza o sus shows particulares, puede buscarla al 9991924325, seguro que a la busca y se divierte mucho.

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