Si me fuera otorgado el poder de pedir y que fuera concedido, algo especial en esta Navidad para todos mis amigos y conocidos, entre quienes ocupan un lugar especial quienes me hacen el enorme favor de acompañarme cada sábado leyendo esta columna, pediría que tengan una vida llena de armonía.

Una de las definiciones de armonía es el equilibrio de las proporciones entre las distintas partes de un todo, cuyo resultado siempre connota belleza, es la correspondencia adecuada entre las diferentes cosas de un conjunto. Si aprendemos a unir proporcionadamente todos los elementos que componen nuestra existencia y que nos suceden simultáneamente, lograremos integrarlos en una única y conveniente combinación que nos permitirá alcanzar la felicidad.

Benjamín Franklin decía que “la paz y la armonía constituyen la mayor riqueza de la familia”, por eso hoy que la familia es vulnerable en varios frentes, conviene comprender este concepto y trabajar con esmero para consolidar y fortalecer nuevamente esta institución sagrada y célula básica de la sociedad.

Me encantaría que todos pudiéramos usar estos días cercanos a la Navidad para hacer una profunda reflexión y análisis de lo que hoy está sucediendo en nuestras vidas y nuestras familias, y entonces tomemos todos los elementos, internos y también externos, para tejer o encadenar una nueva relación de las cosas, que podamos organizar la continua sucesión de unas y la coincidencia de otras, para armar un conjunto que nos parezca hermoso, que nos regale paz y genere felicidad, como lo haría un gran compositor al crear una maravillosa pieza musical.

Otra definición de armonía tiene que ver con la música. En Fuenteovejuna, Lope de Vega afirma: “Armonía es puro amor, porque el amor es concierto”. Seamos los directores, los organizadores, los compositores de ese gran concierto de música que es nuestra vida, hagámoslo como nosotros queremos que sea y no como otros quieran imponernos, encontremos en la familia y la vida diaria la sinfonía para generar y regalar amor.

También existe la armonía en las relaciones con otras personas, una relación armoniosa es aquella en la que hay paz, concordia y entendimiento y todo está en un equilibrio que no debe ser perturbado. Discordancias, silencios, emociones también son parte importante para crear armonía si sabemos colocarlas en el lugar y momento adecuados.

Si tu vida está en armonía, tienes amor y felicidad, seguramente estarás saludable y también contarás con finanzas sanas, aunque quizá no sobre. Por eso hoy, en esta Navidad de 2017, no deseo para ti y tu familia felicidad, salud o dinero, sino armonía, porque si logras establecer la armonía en tu vida, lo demás lo tendrás por añadidura. ¡Feliz Navidad para ti y tu familia!