Las aspiraciones de AMLO
El poder de la pluma
Andrés Manuel López Obrador se ha puesto la vara muy alta: intentará pasar a la historia mexicana como un “buen presidente”, logro que los mandatarios recientes difícilmente conseguirán.
Y es que la historia puede ser benévola o malagradecida, todo depende de quien la escriba. En ese sentido, el presidente electo se enfrenta a una tarea bastante complicada, ya que los ciudadanos, comunicadores y rivales políticos serán altamente críticos ante el mínimo error.
Lo anterior se puede ejemplificar con la polémica de la construcción del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM), en el que el discurso del próximo presidente se ha tambaleado y transformado según las conveniencias.
Recordemos que su propuesta de campaña fue cancelar este proyecto debido a que representaba un gasto excesivo para un gobierno que prácticamente está “quebrado”. En días pasados, el presidente electo informó que el fideicomiso del NAIM solicitó 88 mil mdp para la construcción de la obra, a lo que aseguró que la federación no podría otorgar tales recursos:
“Cuando me presentaron el dictamen los de la comisión de nuestro gobierno, entre ellos Carlos Urzúa (próximo titular de Hacienda) me dicen que una de las ventajas que tiene el nuevo aeropuerto de Texcoco es que es autofinanciable, no se requiere dinero del presupuesto que es dinero de todos los mexicanos, ahora resulta que sí (...)”.
Sin embargo, y a pesar de este oscuro panorama, AMLO también planteó una posibilidad que, aunque aún es abstracta, muestra un cambio propositivo en la posición de los empresarios:
“Lo que plantean Slim y un grupo es de que se pueden reducir costos y que podrían hacerse cargo de la inversión sin que se utilice recurso del presupuesto, en este caso sí podríamos considerar la posibilidad de continuar la construcción en Texcoco y no cancelar la obra”.
Quizá a muchos nos parecen inadecuadas las formas y los discursos del próximo jefe de Estado, pero sería un error no aceptar que ha conseguido un ligero cambio entre los grupos de poder. Aún falta demasiado.