Contracultura y arte mexicano (1)
Quizás la contracultura mexicana no logró ser un gran movimiento cultural de rasgos definidos como en el caso de Estados Unidos.
Quizás la contracultura mexicana no logró ser un gran movimiento cultural de rasgos definidos como en el caso de Estados Unidos. Sin embargo, dejó claramente una actitud irreverente ante la alta cultura y ante el arte en general, que poco a poco fue aprovechada por las nuevas generaciones. Como Guillermo Fadanelli describe, la función de la contracultura en México “más que oponerse a la cultura, es cultivar una mirada singular, disruptiva, del arte o de la vida misma. En la mayoría de los casos, se rebela contra la idea de un arte o una literatura hegemónicos, pero a veces ni siquiera se rebela públicamente a través de un manifiesto, sino que lo hace con discreción a través de su obra o de la novedad o belicosidad de su estilo”.
Esta actitud estuvo presente en el arte mexicano desde los cincuenta. El ejemplo más claro se ve en la Generación de la Ruptura, un grupo de jóvenes artistas plásticos que a partir de mediados de siglo impulsaron una “contracorriente” al arte nacionalista, el cual era dominante de la época. El grupo de artistas conformado por Vicente Rojo, José Luis Cuevas, Roger von Gunten, Alberto Gironella, Vlady, Juan Soriano, Lilia Carrillo, Arnaldo Coen, Pedro Coronel, Enrique Echeverría, Manuel Felguérez, Fernando García Ponce, entre tantos otros, sería un cambio total en la forma de mirar el arte en México. Desde la celebración de los cien años de la Independencia de México, el arte nacionalista se extendió por todos los rincones del país saturando los espacios. Si bien, en un inicio el Muralismo representó una vanguardia de importancia indudable, factores como la manipulación por el gobierno propiciaron el desgaste de su discurso ideológico y de su técnica. Ante dicho desgaste, los rupturistas utilizaron diversos lenguajes con el objetivo de romper el monopolio muralista y de tener la libertad de experimentar con una serie de estilos y tendencias el nuevo México.