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Esta semana se estrenó por fin el episodio final de la saga de Star Wars, una franquicia que en 40 años se ha vuelto un ícono para la vida de muchos, incluyendo la de su servidor, quien, por supuesto, no pudo faltar al estreno de media noche. Sucede que, como en la película anterior, ha habido sentimientos encontrados entre los exigentes fanáticos, unos hallaron mucho agrado y otros excesivo enojo culpando a Disney por echar a perder algo que tanto amaban.

A mi parecer fue una muy buena película que, si bien pudo ser mejor, nos trajo bastantes novedades y nos recordó a la vez esos juegos de niños que tanto disfrutamos devolviéndonos por unos instantes esa magia de la inocencia y fantasía que algunas personas claman que se perdió debido a la inclusión forzada.

Sin contarles nada relevante de la película les comento que llama la atención que entre lo más señalado por los fans que odiaron la entrega cinematográfica está que detectaron una escena en segundo plano de apenas unos segundos en donde dos personajes terciarios del mismo sexo se dan un beso en la boca entre las celebraciones por la victoria: “No es nada normal, qué asco”, han dicho algunos, bueno, no juzgaré la normalidad o no del acto, pero sí puedo responder a este comentario señalando los miles de asesinatos que se dieron en la película tanto de héroes como de villanos y que son situaciones que verdaderamente no son normales pero que al ser una película no suelen contemplarse llevándonos a esa odiosa doble moral.

“Vengo al cine a escapar de la realidad y me topo con una escena lésbica que me recuerda lo mal que la sociedad está”, bueno, lamento comentarles que si bien no defiendo a la ideología de género, estoy consciente de que tenemos situaciones a las cuales sí debemos llamar problema, como la violación a los derechos humanos o la guerra en sí, la cual se encuentra incluso implícita en el título del filme: La guerra de las galaxias. “¿Y qué le digo a mi hijo, se supone que es una película para todos?”. Amigos, ocultarle esto a sus hijos es taparle los ojos absurdamente frente a una realidad; saldrán a la calle y verán cosas peores y la única manera de crear sociedades mejores es enseñando a respetar a todos aunque en la filosofía de padres la homosexualidad no sea correcta, pero existe y es una decisión personal, así como yo decido ser fan de esta estupenda saga la cual me ha demostrado que el miedo es el camino al lado oscuro y que todos estos comentarios de odio son ese terror que también llamamos homofobia y que conducen al rumbo de los sith que durante 9 películas hemos aprendido a vencer. La pregunta es muy fácil: ¿eres el villano de la película? ¿O la fuerza te acompaña?

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