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Esta semana tuve la gran oportunidad de viajar a Ecuador invitado para otorgar un par de conferencias. Pero dejemos para otro momento esa experiencia, pues quiero centrarme en lo más espectacular de mi visita, los tesoros de Quito.

Primeramente hablarles del honor que recibimos al ser invitados por la primera dama, María de Lourdes de Lasso, a un par de tours privados, el primero en el palacio de gobierno (Palacio de Carondelet), su bella casa, y el segundo, en un convento dominico por su cumpleaños. Además de ello, visitamos por invitación de la Fundación Resurgere, el monasterio de la Inmaculada Concepción.

Los tesoros en estos lugares son impresionantes, por un lado, en el monasterio de la Inmaculada Concepción, un convento de claustro, pudimos ver magníficas obras del siglo XVII. Ahí mismo, al subir al coro de la iglesia, se observan unas puertas de madera decoradas con colores en pastel con la leyenda “puertas del cielo”, donde al ingresar, te encuentras en una habitación bellamente decorada con estatuas y adornos en baño de oro, donde una paz reina rodeando al Santísimo que se encuentra en un retablo que reluce y enaltece a una figura de la llamada Virgen del Buen Suceso, de aproximadamente 1.70 metros de altura, aparecida a una monjita, Mariana Torres, cuyo cuerpo incorrupto se encuentra ahí mismo.

Por otro lado, está la visita al monasterio dominico, un lugar mágico que posee bóvedas pintadas de las maneras más finas y una capilla con paredes rojas y vivos en oro, cosa que jamás había visto. Además, cuentan con una biblioteca dotada por uno de los acervos más grandes de libros antiguos, varios de ellos incunables. Entre los libros, hay una biblia traducida en varios idiomas, así como un cantoral pintado a mano, donde cada página es una obra de arte que desprende un tenue olor a pergamino añejo.

Visitamos un comedor bellamente decorado del siglo XVI, donde celebramos el cumpleaños de la primera dama degustando de los mejores vinos del mundo y los platos más exquisitos del Ecuador. Tuvimos la bendición de ser invitados a comer en la casa del Presidente de la República, otra bella joya, donde fuimos recibidos con un tour privado y una mesa enorme con cubiertos de plata y platos con bordes dorados con el escudo de ese bello país y justo ahí, en esa mesa, pude disfrutar del mayor tesoro, mucho más allá de sus museos, obras de arte, paisajes o la Mitad del mundo, Ecuador tiene una riqueza en su gente.

Todos a quienes conocimos, desde el chofer Patricio, los guardias, los invitados, el mayordomo, hasta la primera dama y su esposo Guillermo Lasso; así como a Mónica, Clara; a los dirigentes de Resurgere; los guías, sacerdotes, monjas y muchos más; demostraron ser personas con una gran humildad en el corazón. Ecuador tiene un pueblo noble y generoso, que puede destacar por su amabilidad y amor a Dios. Un pueblo que ha sufrido mucho y aún así se mantiene en busca de hacer resurgir los valores humanos tomados de la mano del Sagrado Corazón de Jesús, a quien consagraron su patria.

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