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Mare está el frío sabrosón, para estar remojando el bizcocho en el chocolate, como lo hacían los abuelitos y es que cómo no ponerse romántico si “lo leí en Novedades”; cuántas historias propias de periodismo marcó este rotativo, que sirvió de escuela para muchos periodistas hoy consagrados.

Solo se dejaba escuchar el tac tac, sonido que hacían las máquinas de escribir en la redacción. Cuántos anecdotarios de ello.

Hoy, al hacer aquellas reminiscencias, llegan recuerdos invaluables a la mente, en primer plano un hombre visionario y cuyo nombre está escrito con letras de oro en la historia de los medios de Yucatán, y es don Andrés García Lavín, hombre de su tiempo que forjó lo que hoy es un gran corporativo de comunicación.

Quien no hubiera salido en la sección de sociales del Novedades no podía darse ese dechado de importancia, y las múltiples veces que uno tenía que leer el Novedades para estar enterado de los pormenores que pasaban en el Estado.

Hoy, como el Ave Fénix, surge pero con mayor fuerza, ímpetu y una gran escuela del periodismo que se consolida a través de las premisas básicas: qué, quién, cómo, cuándo, dónde y por qué, tomando como base la pirámide invertida en la nota informativa.

Hoy regresa lo que para muchos no debió irse, pero no hay que echar la mirada atrás, sino, por el contrario, mirar hacia adelante.

Cómo no recordar que con este periódico aprendí los primeros trazos de un diseño para el Teatro Herrera, de la exactitud de mi abuelo; cómo no recordar aquella anécdota cuando no existía la era digital que facilita un poco las cosas, y en el Teatro Herrera se presentaba la obra “Dona algo Cholosio”, en alusión al candidato presidencial Donaldo Colosio, y en medio de la primera función surge aquel trágico pasaje de la vida política del país, y a botepronto correr y cambiar el nombre para hacer al día siguiente “Cholimar”, parodia de la telenovela “Marimar”.

Cuántos recuerdos, pero sobre todo cuántas páginas vendrán tomando en cuenta el sujeto, verbo y predicado, para seguir informando a los lectores que todavía tienen el romanticismo de sentir el papel a la hora de leer y lo prefieren a hacerlo de manera digital.

Son tiempos de cambios, y todos pedimos y esperamos que sean cambios para bien, para resarcir a este país tan lastimado por gente corrupta, políticos sin escrúpulos, y servidores públicos que aprovechan su cargo para sacar provecho.

Empezamos nuevamente, pero esperamos ese cambio y, si no llega, exigiremos que cumplan lo que prometan, porque, como dijo el presi: “Me canso ganso” que lo voy a escribir para que usted diga: “Lo leí en Novedades”, masinó.

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