¿Triunfo o embrocada?
El poder de la pluma
Mare hoy sí me rayé, llevo tres días vendiendo nailon en el centro, con eso de que no avisa la lluvia, pero, pensándolo bien, creo que también voy a vender chancletas, porque con la santa inundada que se dan las calles, cuántos pares de zapatos pasan a mejor vida; o saco mi barquito, pongo mi camiseta de rayas y me pongo a cantar O sole mio, jajajaja. Mare pobre y loco, pero qué me importa así soy feliz.
Hablando de felicidad, tremenda sonrisa tenía Panchito Torres en su toma de posesión, a ver si no se le borra su sonrisa cuando cheque los saldos de las cuentas, lo que sí es una realidad, que fue una pasarela tremenda y, pese a los pronósticos, se llenó el local del Volante, con políticos de todos los rangos, desde los que se inician hasta los de alto pedorraje. La realidad es que deberían dejar de ver los objetivos personales y pensar en un objetivo común como partido. Sin duda Francisco Torres tiene una gran encomienda y el camino no será fácil, hay mucha gente que todavía tiene la herida abierta de la elección pasada en la que, según las voces, el PRI perdió ante el PRI. En el local muchos dicen que había gente que no debería estar, por ser los señalados de la debacle de julio del 18. Por eso tiene que trabajar mucho para que la militancia se sienta arropada por el partido que tanto han defendido caminando, sudando y defendiendo cada una de las elecciones.
Pero regresando a la lluvia, no solo a Mérida le llovió para aminorar el calor, también a López Obrador, pero de por sí ha tenido un inicio de gestión bastante atropellado, con promesas incumplidas, pocos resultados, y que no se está respondiendo a las expectativas de la gente, empezando por aquellos que se fueron con Morena pensando que les tocaría hueso, pero, como dicen en mi pueblo, se la persignaron, porque a muchos no les cumplieron; pero no solo por eso le llovió al presidente, porque, cuando estaba en campaña y hubo una declaración de Trump y el entonces presidente Enrique Peña no contestó, se la pasó alardeando de que cuando él fuera presidente sí le contestaría por twitter o por donde sea, y ahora resulta que dice mi mamá que siempre no, se retracta, que porque no quiere conflictos, que somos un país pacífico. Qué poco producto de gallina. Señor presidente: lo que se dice con la boca se sostiene con los... nos salió muy kleen bebé antiguo.
Después de una guerra de declaraciones en el tema migratorio, que se molesta trompetas y amenaza con ponernos el 5% de impuesto en los aranceles y que subiría de aquí a octubre a un 25% si no se controla el flujo migratorio, pero ya ni la amuelan, ni siquiera hay chamba para los mexicanos y quieren darle chamba a miles de inmigrantes. Resulta que doblaron las manos y el “supuesto” presidente de la transparencia y honestidad hizo un arreglo para que quiten el impuesto, pero nadie sabe qué dio a cambio. No podemos saber si fue triunfo o embrocada, masinó.