A los alcaldes, gas, y a los delincuentes, paz
El poder de la pluma
La situación en el país no pinta muy bien, aún se escucha el eco de tantos disparos emitidos en Culiacán, pero lo más extraño de este mundo llamado grilla es ver cómo muchas veces la fantasía es capaz de borrar de la vista la objetividad, porque sin duda es lo que menos hay en las redes sociales. Es más fácil seguir la corriente de una crítica, aunque no sepamos qué originó el chorro.
Hoy el país navega en un mar de incertidumbre, aunque el mexicano parece estar más pendiente de las festividades que se acercan y de todo lo que pasó con José José; pero ¿qué tiene más importancia?, porque parece que vende más una nota amarillista que una realista de lo que sucede en el país.
Hoy las inversiones están a la baja, la economía tiene cero crecimiento y la seguridad es irreal, pero afortunadamente tenemos el fuchi, guácala y el acúsalo con su mamá o su abuelita para acabar con el crimen. Hubiera sido bueno ver al presidente en Culiacán diciendo en medio del tiroteo sus famosas frases. Nunca estaremos de acuerdo con la pérdida de ninguna vida humana, pero eso que dice el gobernante de que decidieron optar por la prudencia para evitar muertes civiles lo hubieran pensado antes del operativo, o planearlo bien, porque creo que hasta la persona con menos conocimiento de estrategias militares puede deducir que ir a capturar al hijo de uno de los máximos capos de la historia generaría un bloque de oposición fuertemente armado. Si no tienes la capacidad para combatir esto, para qué te metes; antes de actuar deben primero analizar las posibilidades de la misión, y no poner en riesgo a la sociedad y lo peor del caso, una vez que entras, le cambias a la canción y pones “de reversa mami… de reversa mami”.
Yo creo que esto le debe dejar una enseñanza a la gente de Presidencia: que antes de actuar, hay que analizar, ¿o realmente lo que querían era ocultar las críticas por el inicio de la construcción del nuevo aeropuerto austero? Hoy son tantas las cortinas de humo en este gobierno, que no dudaría que cuando marques a la oficina de Presidencia, te contesten: “Parisina buenas tardes”.
Y en otros temas, resulta que ante la falta de apoyo, de transparencia en los recursos y de cómo los están destinando sin comprobación y sin licitar, pero sobre todo ante tantos recortes al presupuesto de los alcaldes, decidieron ir al Palacio Nacional a manifestar su inconformidad y preocupación, pero resulta que fueron recibidos con gases lacrimógenos y los trataron como si fueran criminales, cuando están en la incertidumbre de cómo poder realizar el trabajo para el que fueron electos, pero que la gran cantidad de recortes no les permite. Uno que es mal pensado diría: ¿será que no quieren que den resultados positivos para que en la próxima elección se lleve todo Morena? Lo que es muy triste es que hoy vivimos en un país donde todo parece al revés, porque a los alcaldes les dan gas y a los criminales les ofrecen paz, masinó que sí.