Murió el sabio maya Domingo Dzul Poot

Edgar Rodríguez Cimé: Murió el sabio maya Domingo Dzul Poot

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Gracias a la amistad con don Domingo Dzul Poot, “cursé un diplomado” de humildad

Desde hace unas lunas el Mayab está de luto. Uno de sus últimos ancianos sabios se fue a descansar bajo la Gran Ceiba del Xibalba. El actor natural, mago cuenta cuentos, traductor, narrador y asesor en cultura maya, don Domingo Dzul Poot, le rindió tributo, como es debido, al dios Ah Puch. El inframundo maya anda de fiesta escuchando absorto los relatos comunitarios, como los dzirises (niños), de este gran ser humano. 

Paz, sabiduría, generosidad, experiencia y modestia, eran atributos de este intelectual maya que se desenvolvió entre la ciencia (arqueología, antropología, lingüística) y el arte (actuación, cuenta cuentos, narrador). Nació en las tierras de Bécal, Campeche, y terminó sus días en la popular colonia Xoclán, al poniente de la Mérida sepia, donde fuimos vecinos (para entrevistarlo por mi libro Pensadores Mayas Contemporáneos solamente caminé unos metros para llegar a su casa-quinta). 

El caso de don Domingo es único. Gracias a su talento, siendo autodidacta se desempeñó como asistente del prestigiado arqueólogo Alfredo Barrera Vázquez; transcriptor del Chilam Balam de Chumayel; asesor del Diccionario Maya Cordemex; traductor de la Biblia al maya; autor de cuatro tomos de cuentos tradicionales; mágico cuenta cuentos; Premio “Nezahualcóyotl”; se “codeó” con sabios norteamericanos y europeos; y poseía amplia experiencia en charlas sobre idioma, cultura y literatura maya en ciudades de Estados Unidos. 

Su mayor virtud: su mística para contar cuentos. Antes de empezar, don Domingo “se metía” literalmente en los personajes para iniciar un viaje lleno de encanto: pues más que contarlo, lo actuaba -minimalistamente- con los recursos escénicos mínimos, dejando a los atónitos espectadores con el alma pendiendo de los pasos que iba siguiendo en su mágica narración. El “respetable”, “alelado” disfrutando el arte escénico de don Domingo. ¡Fui testigo! 

Uno de los cuatro nombres importantes en la literatura maya contemporánea de Campeche, junto a Briceida Cuevas Cob, reciente ganadora del Premio al Mérito Literario en Idiomas Indígenas “Erasmo Palma”, el poeta Waldemar Noh Tzec(+), y el reconocido literato Jorge Cocom Pech. Escritor decano del renacimiento de la literatura maya en la Península de Yucatán. 

Bajo la Gran Ceiba, las “plumas” mayas fallecidas beben, como lo marca la tradición, pozole acedo: Patricia Martínez Huchím, Isaac Carrillo Can, Armando Dzul Ek, Waldemar Noh Tzec y Gerardo Can Ek, quienes reciben, con todo y charanga, a don Domingo, el escriba señero de la cultura maya, quien se tardó un poco más en llegar a su cita en Xibalba. 

Él fue un artista comunitario tradicional: sencillo, amable, respetuoso. ¡Hasta pronto don Domingo, nos vemos bajo la Gran Ceiba para echarnos un pozole! 

* Colectivo Cultural “Felipa Poot Tzuc”

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