A mi camarada Pedro Quijano Uc,
compañero del “Charras”

Abro mi correo, veo el programa del 48 aniversario del asesinato del luchador social Efraín Calderón Lara, el “Charras”, por fuerzas represivas del Estado-Gobierno en 1974, por formar sindicatos independientes y descubro dos “cerezas”: personajes que años después serían usados por la Universidad para romper la huelga de alumnos de la Escuela de Economía, de la Universidad de Yucatán, e imponer nuevo director: Fidel Rodríguez Mézquita y Raúl Vela Sosa.

Eran fines de los años 70 del siglo XX, cuando el neoliberalismo anunciaba su entrada en la economía de México y exigió -en las universidades públicaseliminar asignaturas críticas con el sistema capitalista, como “Economía Política”, que desnuda la red de intereses empresariales mundiales en la “explotación del hombre por el hombre”.

Como en la Facultad de Economía la mayoría de alumnos se inconformó y nos negaron diálogo, casi 180 estudiantes de 200, de los cinco grados, nos fuimos a la huelga para defender nuestro plan de estudios. Después de un mes de lucha, 13 líderes fueron expulsados. Como el fin valía la pena: proteger un plan de estudios, surgió otra “camada” de dirigentes (entre ellos, Yo).

Como el rector nunca nos recibió, únicamente mandaba a las negociaciones a sus “chinos”, y jamás dialogó con nosotros para acabar con el problema, se decidió terminar con éste a lo “gringo”: utilizó a un grupo de “golpeadores” (“checas”), capitaneados por el ex líder universitario Fidel Rodríguez Mézquita, “el Negro”, quienes llegaron como “bárbaros” de la época medieval. Como cuando se derribaba el portón de una ciudad de la edad media, llegaron los “porros”, cargando un grueso y largo tronco de árbol que comenzaron a aporrear fuerte contra la reja de metal que permanecía cerrada con candado ante agresiones. Mientras la puerta cedía por los aporreones, el “Negro” enervaba el odio de los violentos agresores, disparando balazos al aire que asustaron a los jovencitos de primer grado que tomaban clases a puertas cerradas.

Para evitar algún muerto o herido, “matamos nuestro pavo” y decidimos, pérdida la batalla, proteger hasta lo último a los jóvenes del primer grado: inmediatamente formamos una valla para que los alumnos, de uno en uno y una en una, fueran saliendo por el patio de atrás, incluso caminando una parte por encima de un muro, hasta dar en un estacionamiento de la siguiente calle, la 59 entre 66 y 68.

Los trabajadores del estacionamiento miraban absortos la larga fila de estudiantes que escapaban asustados saliendo por ese local (libro “Mérida Desmaderna”, de mi autoría). Una vez expulsados 18 alumnas y alumnos líderes, tomó posesión el personaje escogido para “Director”: Raúl Vela Sosa, un “fósil” de la escuela que “termina su tesis” para cumplir con ese requisito exigido por las autoridades universitarias. Dos personajes, uno “invitado” y otro “moderador”, de los cinco que hablarán sobre “Representación universitaria en el crimen de “Charras”, que cinco años después serían utilizados por el rector y el Gobierno del PRI para reprimir violentamenteuna lucha universitaria y luego “cerrar con broche de oro”.

¡En las luchas sociales es necesaria la congruencia!