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Finalmente comenzó el último mes del año y es tiempo de empezar el recuento de lo que ha sido y esperamos que sea, pero pareciera que la última semana y los días que están por venir todavía traen cargas que no sé si estamos preparados para vivir.

Hoy es el día internacional del recuerdo de la abolición de la esclavitud, y de repente te cuestionas por qué aún tenemos esta efeméride. La triste realidad es que en los tiempos modernos la trata de personas, la explotación sexual, el matrimonio forzado y hasta el reclutamiento de niños son formas de sometimiento.

La palabra como tal, esclavitud, significa que una persona es propiedad de otra. En realidad es una relación de producción porque de lo que se trata es de obtener recursos del trabajo de otros que están a tu servicio pero bajo amenazas, violencia, coerción, engaño o abuso de poder.

De acuerdo con la Organización Internacional del Trabajo hay más personas en situación de opresión hoy que en cualquier otro periodo de la historia. Más de un millón y medio de individuos viven en condiciones similares a la esclavitud en Europa, América del Norte, Japón y Australia; nadie se salva y aunque todos piensan que la explotación sexual es la más significativa, en el siglo XXI agricultura, pesca, construcción, manufactura, minería, servicios y trabajo doméstico reportan mayores números. ¿Asombroso? Hay más. Un estudio reciente de la OIT indica que son 150 mil millones de dólares las ganancias anuales que deja esta actividad.

El tema son las ramificaciones que provoca. Según dice la misma OIT, las empresas se ven afectadas debido a la competencia desleal que representan las ganancias de la esclavitud moderna, ya que pueden ejercer presión sobre los salarios o prestaciones. Pero las víctimas de trabajo forzoso dejan más dinero en economías desarrolladas como la Unión Europea que en ninguna otra parte del mundo.

Esta situación provoca que los gobiernos pierdan dinero por los costos que representan las situaciones legales para enjuiciar casos de opresión y pagos de impuestos que deberían generar si estas compañías estuvieran establecidas de manera formal.A pesar de ello, sólo 42 de los 50 países que se esperaba firmaran el acuerdo para erradicar el trabajo forzoso han manifestado su interés por terminar con esta situación que esperaban concluir antes de 2019.

Todavía quedan 29 días a partir de ahora. Veremos lo que ocurre. Nadie está exento de sufrir opresión. Hay casos conocidos por todos donde una autoridad laboral deja de pagar lo que corresponde, también por situaciones relacionadas con la economía, donde ya el dinero no alcanza para mantener la empresa a flote. Y son muchos los que dejan de recibir el dinero que les corresponde y a pesar de ello continúan cumpliendo con su labor para no perder el trabajo por el que simplemente no les pagan. ¿Paradójico no?

Yo mejor aprovecho que es lunes, el primero de diciembre, para desear feliz cumpleaños a mi adorada Palomita, al extraordinario Chef Mañé, a la queridísima Zyan, y la traviesa Ingrid. Que tengan una vida de paz. ¡Que sea feliz!

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