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Todo el año, mientras viajo en el automóvil por las calles de Mérida, me doy cuenta de que por todos lados hay dibujos de líneas blancas pintadas en el asfalto, y cuando tengo la fortuna de ir de pasajera puedo descubrir multiplicidad de formas en muchos sitios. Me siento como esos personajes que visitan las galerías rastreando nuevos Picassos para buscarles forma.

Lo triste de esta historia, que me ha llamado la atención a lo largo de todo 2019, es que son resultado de accidentes vehiculares que sirven para encontrar la responsabilidad o deberían responder sobre quién fue el culpable del siniestro.

La realidad es que las líneas blancas del piso aumentaron tanto como los accidentes y son muchos los factores que los provocan. La solución no es tan costosa, asegura Rene Flores Ayora, un responsable experto en vialidad, siempre preocupado por los resultados de la convivencia automovilística y las cifras catastróficas que deja el tráfico en el periférico.

De acuerdo con la información más actual, 24 personas han fallecido a consecuencia de siniestros que podrían haberse prevenido. Me asusta la temporada navideña porque aumenta el consumo de alcohol por los brindis de todas las empresas y oficinas de la ciudad así como de los integrantes de grupos de chat de todo tipo que buscan terminar el año con una sonrisa.Y es que para Flores Ayora las principales causas de los choques son la imprudencia, la velocidad y el alcohol.

También creo que el aumento de la responsabilidad de algunos ciudadanos se nota. El fin de semana llegué a un divertido cumpleaños, que es como la celebración oficial anual con la que inicia el tan gustado maratón Guadalupe Reyes, y la cantidad de vehículos alrededor del sitio era mínima.

Pensé –preocupada- que las bajas eran mayores, pero la buena noticia es que la casa estaba llena de conductores responsables que llegaron a celebrar en transporte público. Las plataformas diversas permiten eso.

No he de olvidar que el celular se ha vuelto el gran distractor de los conductores que quieren leer sus mensajes aun con el vehículo en movimiento. El teléfono llamado inteligente es responsable en cientos de situaciones, ya que provoca distracciones visuales, cognitivas, físicas y auditivas al conducir.

Las explicaciones son simples, pero las cifras asustan. Según estadísticas del INEGI, en 2016 fallecieron 128 personas en 836 accidentes viales.

La Organización Mundial de la Salud asegura que manejar mientras se utiliza el celular aumenta cuatro veces el riesgo de un incidente. Además el 93% de los fallecimientos se producen en países de ingresos bajos y medianos, que solo cuentan con el 54% de los automotores con placas en el mundo.

Así pondré mi FE este fin de año en conocer más personas que prefieran olvidar las líneas que se pintan en las calles debido a los incidentes de alguien que se descuidó mientras tenía el compromiso de estar al mando de un vehículo en la calle.

Mientras aprovecho que es lunes para reunirme con otros que como yo disfrutan de los festejos navideños de forma responsable. ¡Que sea feliz!

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