Las ventas son todo un arte en el que cada individuo se vuelve partícipe. Directa o indirectamente todos pasamos por este proceso para adjudicarle a alguna persona un producto o un servicio. Sin embargo, cada persona maneja a su conveniencia las herramientas con las que cuenta para poder desplazar sus artículos, lo cual tampoco garantiza una venta exitosa. Curiosamente, existen personas que no analizan al comprador antes de realizar sus actos de aproximación hacia el cliente potencial. Por esto te presento 5 cosas que debes tomar en cuenta para poder vender de manera correcta:

1. Estar convencido.- Es imposible tratar de vender un producto o servicio del que no se tiene ninguna certeza o ni siquiera se está convencido de que sea algo bueno o que le cambiará la forma de vida al consumidor. El sentimiento es algo que se transmite de forma directa y el cliente lo percibe.
2. Diseñar una estrategia.- Si no te tomaste el tiempo para diseñar la forma en la que te vas a acercar al cliente o estudiar su forma de vida para irte directo al grano con los puntos favorables de tu producto, desperdiciarás tu tiempo en convencerlo… si es que lo logras.
3. Contar con actitud positiva.- La línea entre ser un optimista en exceso y tener buena actitud es muy delgada. El optimismo llevado al límite suele ser una herramienta de doble filo. Tiende a ser poco creíble, por lo que le resta veracidad a la información que presentas.
4. Conocer a tu competencia.- Sin duda, el consumidor potencial te realizará preguntas no sólo sobre tu producto, sino también te cuestionará de las ventajas del mismo. Prepárate para contestarle esas preguntas y adicionarle información de las ventajas del tuyo contra el de la competencia.
5. Tener visión.- Cuando tu visión va más allá de lo que sucede hoy, tendrás más probabilidad de éxito. Puedes adecuarte a lo que el futuro próximo te depara y ofrecerlo al consumidor de una manera segura.

La confianza y la seguridad con las que te aproximes al cliente darán parámetro de la rendición de cuentas que tendrás que enfrentar con él para el cumplimiento, tanto de tus objetivos, como los de tu futuro comprador. Si no crees que tu producto o servicio es el mejor, no sería conveniente que te acerques a venderle a nadie.