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La concesión de refugio político a don Evo Morales, presidente “renunciante” de Bolivia, por el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, ha despertado toda clase de reacciones, desde las que lo califican como otro “dictador más” hasta que don AMLO se preocupa más en apoyar a políticos de otras partes del mundo que a los propios mexicanos.

Y, por supuesto, está el asunto de que un avión militar mexicano sirvió de Uber para ir a buscar a Morales hasta Cochabamba para traerlo a un exilio que durará, quizá, el tiempo que López Obrador tenga la sartén por el mango en el país.

¿Buena o mala la decisión de darle asilo al ex mandatario, quien, al parecer, aprendió tremendas mañas en la más reciente elección, estilo PRI-nosáuricas, PAN-ucheras y Morenaicas, para triunfar por cuarta ocasión consecutiva, aunque le duró muy poco? Pronto se sabrá.

El asunto es que la oposición –concretamente el PAN- se desgarra los chones por lo del caso Evo. Que es un dictador, que es un corrupto, que lo deporten. Nada más hace falta que también afirmen que recibirá beca de “ninis” de 3 mil varos para aprender un oficio.

Nada más pen…itente que los argumentos de la dizque oposición. El gobierno de don AMLO se apuntó una “palomita” entre los territorios sudamericanos que todavía suspiran por una supuesta democracia.

Mientras tanto, durante su estancia en México, don Evo podría participar en variadas actividades para que no se aburra. Veamos…

PRIMERA CAIDA.- 1) Acudir a todas las “mañaneras” de López Obrador, so promesa de no bostezar demasiado. 2) Irse de gira con el mandatario mexicano para que sepa cómo se lanza rollo y se endulza a la gente. Chance y si algún día regresa a su país, aplique la técnica pejista. 3) Venir a Mérida un fin de semana y comer marquesitas de la Plaza Grande. Al menos, la vida le sabrá menos amarga. 4) Visitar las “montañas” de Muna y Santa Elena y planear una guerrilla como en los 50 hizo en México su maestro Fidel Castro.

SEGUNDA CAIDA.- 5) Tomar cursos intensivos de “relleno de urnas” y “operación ratón loco”, entre otros métodos electoreros, pa’ que no vuelva a fallarle en su natal Bolivia. 6) Visitar la Basílica de Guadalupe y repetir, una y mil veces: “No confiaré en mi ejército, no confiaré en mi ejército…”. 7) Poner un negocio de venta y producción de hoja de coca. No será más presidente pero sí un próspero empresario.

TERCERA CAIDA.- 8) Escribir una autobiografía, pero quitando el capítulo donde no supo cómo rellenar las urnas estilo México. 9) Venderle un argumento al cineasta Alfonso Cuarón para hacer la película “Yo, Evo” (claro, con Yalitza Aparicio de co-estelar). 10) Pasar unas ricas vacaciones en Kanasín. Al menos, no extrañará los baches de las calles bolivianas.

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