Los batidores envían de todo un poco
Felipe Escalante Ceballos: Los batidores envían de todo un poco
AZUELAN POR ASUELAN. Un buen amigo que hoy prefiere el anonimato ha mandado a esta columna un recorte periodístico titulado BANDAS AZUELAN MADRID. ¿Serán bandas de revoltosos sin ningún provecho, como las que padecemos en Mérida? Como dice el dicho, en todas partes se cuecen habas.
¿Qué advertimos en ese encabezado, un barbarismo ortográfico o una impropiedad? Azuela es un sustantivo, no es un verbo y en español no existe la palabra azuelan. Veamos el Diccionario.
“Azuela. Herramienta de carpintero, compuesta de una plancha de hierro acerada y cortante, de 10 a 12 centímetros de anchura y un mango de madera que forma recodo. Sirve para desbastar”.
Seguimos con el lexicón. Asuelan es un derivado del verbo asolar. En nuestro idioma esa voz “asolar”, tiene dos significados: uno, proveniente de “sol”, (que en nuestro medio se dice “asolear”) es secar los campos, echar a perder sus frutos el calor, una sequía, etc. Y en el otro sentido “asolar” se emplea como sinónimo de destruir, arruinar, arrasar, echar por el suelo, derribar.
Entonces, el epígrafe que comentamos es un barbarismo ortográfico; debió de decirse Bandas asuelan Madrid (lo destruyen, arruinan o arrasan).
DESINFECTANTE QUE DESINFECTA. A continuación, don Carlos Cepeda Waterland colabora con esta cacería de gazapos y en funciones de batidor rauda y velozmente dirige hacia el tirahule un anuncio visible en las redes sociales: “Desinfectante natural para desinfectar frutas, carnes, verduras y utensilios”.
¡Qué extraño! ¡Un desinfectante que sirve para desinfectar! Aquí hay un exceso de palabras, un pleonasmo. La redacción correcta es: Desinfectante natural para frutas, carnes, verduras y utensilios.
DESBARRE EN LA REDACCIÓN. La psicóloga Mirna Rojas también participa en la batida de gazapos y en un periódico digital del vecino estado de Quintana Roo capturó el siguiente título: LISTA DE PASAJEROS QUE VIAJABAN EN ADO AUTOPISTA CANCÚN-MÉRIDA, EL CUAL DEJÓ COMO SALDO 8 PERSONAS LESIONADAS Y MÚLTIPLES HERIDOS.
¡Mire esta redacción!, nos dice la sicóloga Mirna. ¡Claro que la miramos! Y nos preguntamos quién sería ese “el cual”, porque el texto no nos da una pista; por el contrario, el mensaje es oscuro.
Estamos en presencia de un atentado a la sintaxis de la lengua española, es un barbarismo sintáctico. Este vicio del lenguaje corrompe la concordancia, el régimen o la construcción de las palabras, oraciones y modismos.
Ante la presencia de estos magníficos ejemplares empuñamos el tirahule, lo cargamos con tres buenos pedrejones, tensamos las ligas y soltamos el cuerito. Las certeras pedradas derriban los gazapos, desplegamos el sabucán, guardamos ahí las robustas piezas hasta llenar nuestro morral y concluimos la fructuosa cacería. Muchas gracias, apreciados batidores.
Hasta el próximo tirahulazo