Demi Lovato, policías, habitantes y otros especímenes
El poder de la pluma
LAS PASES. Nuestro batidor embozado nos envía la publicación de un periódico local: la bella actriz Demi Lovato invita a sus fans a compartir fotos con escasa ropa “si han hecho las pases con su cuerpo. El mensaje acompaña un par de imágenes en el (las) que luce sus atributos físicos”.
El batidor anónimo nos dice: “Está bien que presuma (tiene dos evidentes buenas razones), pero que no haga las pases con su hermoso cuerpo”. En efecto, apreciado batidor, no son las pases sino las paces, porque, según la información, la guapa Demi está en paz con su cuerpo al seguir una dieta apropiada.
La resortera se sacude la modorra de la semana anterior y con celeridad envía una pedrada a “las pases”. El primer ejemplar de hoy reposa en la talega.
POLICÍAS Y HABITANTES. Un noticiario televisivo difunde a nivel nacional una noticia ambigua: “Policías y habitantes se enfrentan para liberar a detenido”. Bonito enfrentamiento.
Nos preguntamos: ¿Quiénes quieren liberar al detenido, los policías o los habitantes? Según esa información, ambos grupos tienen el mismo propósito, es decir, al parecer se enfrentan a un tercer grupo, a un adversario común, para liberar al detenido.
Tenemos a la vista una anfibología, pues esta expresión poco clara da lugar a más de una interpretación. La honda entra en funciones y, tras un buen disparo, la segunda pieza del día es guardada en el morral.
SI ME PREGUNTA A MÍ. Un asiduo cazador de gazapos remite a esta columna un asunto interesante. En un periódico capitalino se publica la entrevista a un conocido hombre de letras. El personaje expresa su parecer en relación con la supuesta renuncia del titular del Ejecutivo Federal.
El escritor entrevistado dice que, según el artículo 86 de la Constitución, el presidente sólo puede renunciar por una causa grave, calificada por el Congreso de la Unión. “Una manifestación de cien mil personas o un desplome en las encuestas no son una causa grave, si me pregunta a mí”. Nos dice el perseverante cazador: “Considero que hay un pleonasmo, pues si me pregunta alguien, tiene que ser a mí”.
En efecto, hay un pleonasmo, pero no una infracción a las reglas de la gramática española. En este caso se ha utilizado esa expresión con el fin de dar mayor énfasis a lo dicho. Esa redundancia está permitida por las normas de la buena redacción.
Como ejemplo tenemos el célebre poema de Walt Whitman, “Canto a mí mismo”, en el que el poeta norteamericano exalta la propia existencia. En ese título hay un pleonasmo, pero no es reprochable desde el punto de vista (que no óptica) gramatical. Como decimos, es para enfatizar la idea.
Hasta el próximo tirahulazo.