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En los últimos años los trabajos de investigación científica en la península de Yucatán se han intensificado de manera importante y los resultados deberían ser tomados en consideración para la conformación de las diferentes políticas públicas.

El laboratorio nacional de resiliencia costera dio a conocer desde 2017 una tarjeta de reporte para la costa yucateca y la calificación de su estado de salud. Para ello dividió la costa en cuatro regiones: la primera de Celestún a Sisal; la segunda, de Progreso a Telchac Puerto; la tercera, de Dzilam de Bravo a San Felipe, y la cuarta de Río Lagartos. Las calificaciones son A bueno, B regular y C malo.

En general, la costa de Yucatán recibió una calificación de B (regular ); sin embargo, la calidad del agua no es óptima en ninguna parte, además la región de Progreso a Telchac está significativamente impactada por un desarrollo urbano no sustentable, y cumple con pocos indicadores en cuanto a los parámetros de buena salud; es decir, tiene mala calidad del agua, sus manglares están intervenidos por actividades antropogénicas, sus pastos marinos están dañados y la playa de la región una de las más erosionadas.

¿Cómo se mide el estado de salud del medio ambiente? A través de indicadores como: la cobertura de manglar en un polígono determinado y su evolución temporal; población de flamencos que es la estimación aérea de poblaciones y número de pollos nacidos/ huevos puestos; calidad de agua -indices TRiX que evalúa el estatus de variables de la calidad de agua (clorofila, saturación de oxígeno, nitrógeno inorgánico disuelto y fósforo inorgánico)-; condición de playa, dada por el ancho que es la distancia desde el nivel medio del mar hasta el pie de la primera duna; la presencia o ausencia de vegetación y la presencia o ausencia de estructuras de playa. Estos datos se combinan en un índice de vulnerabilidad a la erosión; anidación de tortugas, número de nidadas y crías liberadas de tortuga carey y blanca; porcentaje de cobertura de pastos marinos en un polígono determinado, y evolución temporal y frecuencia de marea roja y los eventos de florecimiento de especies nocivas de fitoplancton.

Christian M. Apendini, integrante del Laboratorio de Ingeniería y Procesos Costeros, señala que el cambio climático en las costas puede afectar a los fenómenos meteorológicos que tendrán más impactos en la erosión costera, además destruir hábitat y arrecifes coralinos y elevar la temperatura del mar.

Sobre el aumento del nivel mar Apendini dice que será paulatino y descartó que pueda ser de dos metros en un solo día. Advirtió que un huracán intenso tendrá impactos desastrosos porque llegará a la costa con más fuerza y poder destructivo.

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