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El lunes pasado, mientras el país entero veía con horror cómo la 4T “secuestraba” durante una hora las cifras de contagio y defunciones sin decir agua va; en Yucatán se ponía en marcha el último recurso para desahogar las camas de los hospitales federales y estatales que atienden, en primer línea, a los enfermos por el coronavirus.

Y es que, a lo largo de la pandemia, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) se había negado a informar del número de camas censables y no censables y las camillas que ofreció para realizar la conversión hospitalaria que permitiría atender, según las circunstancias, a los enfermos del virus.

Durante semanas, el organismo informaba de manera oficial que los porcentajes de ocupación de camas eran del 43%; pero las quejas por no aceptar pacientes decían todo lo contrario, al punto de que los guardias de seguridad privados de los hospitales federales se convirtieron en la llave para seguir viviendo o para morir dentro de una ambulancia.

Hasta que el hilo se rompió por lo más delgado: la renuncia del director del Hospital General Regional No. 12 del Instituto confirmó las sospechas que ya se temían.

La reconversión hospitalaria no se realizó en tiempo y forma. Y ahora, en un acto de apertura informativa, el IMSS reconoce que sólo podrán expandir su atención un 30%, para un total de 300 camas para Covid-19. El resto, afirman, será para dar cobertura a pacientes con otras enfermedades que ameriten hospitalización.

De buenas a primeras, los yucatecos conocieron la realidad de un sistema de salud federal colapsado, pues, aunque se compraran cientos de camas, hoy este sistema se encuentra acotado por la falta de más de 3,200 médicos que por decreto presidencial no están prestando los servicios que hoy se demandan: urgenciólogos e internistas, entre otros.

Hoy se comprueba que la planeación en tiempos de crisis es fundamental y así lo entendió el gobernador Mauricio Vila al poner en marcha el hospital temporal Siglo XXI. En medio de las presiones para reactivar la economía y velar por la salud, el mandatario nos llama a ser conscientes de la responsabilidad individual que implica vivir en la llamada nueva normalidad.

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