Descalificar como norma
El poder de la pluma
La autodenominada Cuarta Transformación (4T) y el arribo al poder de la izquierda se enfrentan a varios dilemas: por un lado tienen a un líder carismático, que es el presidente Andrés Manuel López Obrador, al que le gusta imponer ideas, criterios y directrices, pero que también, en su tercer intento por llegar al gobierno federal, realizó alianzas con diferentes grupos y liderazgos que conforme pasa el tiempo trabajan para ser una fuerza política emergente, aliada al tabasqueño pero con una directriz propia.
Y esto se puede observar en el cambio de la dirigencia nacional de Morena, de la que el legislador federal Mario Delgado desea ser el líder, lo que ha provocado la ira de cercanos a López Obrador. De este grupo las principales figuras se ubican en torno al líder del Senado, Ricardo Monreal, y desean tener como candidato presidencial al secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard.
La 4T, desde luego, busca permanecer en el poder y obtener la mayoría de los espacios de elección popular; desde ahora el grupo cercano a López Obrador ve en la figura de la gobernadora de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, al personaje político que pudiera suceder al presidente. Para arribar a la dirigencia nacional de Morena están impulsado al legislador Porfirio Muñoz Ledo. Éstos, fieles a los usos y costumbres presidenciales, empiezan a descalificar a su oponente, en este caso al legislador Mario Delgado, y la primera acusación “formal” es el manejo de los recursos económicos de la Cámara de Diputados.
En medio de una crisis económica que es consecuencia de la crisis sanitaria a causa de Covid-19, el mandatario federal una y otra vez cuestiona los actos de corrupción de las administraciones que le precedieron, pero cuando se le señala con pruebas que en su administración y en su grupo cercano hay actos de corrupción, enseguida se blinda con la negación.
El ejemplo más cercano se tiene con el abogado constitucionalista, exconsejero electoral, exintegrante de la Judicatura, Dr. Jaime Cárdenas, quien era titular al Instituto para Devolverle al Pueblo lo Robado (Indep) y denunció actos de corrupción como son: la mutilación de gemas que fueron sustituidas por piedras falsas en 22 aretes y brazaletes. Una de las piezas que alteraron es un collar de oro blanco de 14 quilates que tenía 27 diamantes y le quitaron 7 y tres gramos de oro. La respuesta de López Obrador no fue la de realizar una investigación en el Indep, sino ridiculizar a su excolaborador.
Encima: de manera formal, la diputada federal del PAN Cecilia Patrón Laviada ya anunció su intención de buscar la candidatura a la Presidencia Municipal de Mérida.