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El estudio de productos provenientes de los organismos marinos constituye un campo de nuevas investigaciones científicas; las fórmulas químicas que tienen las babosas se pueden potenciar y estudiar sobre todo las de la especie de los dóridos y de las Aplysiidae de las que se han logrado extraer compuestos como la dolastina para tratar el cáncer.

En los animales marinos hay muchos compuestos que se están utilizando como medicamentos sobre todo para el tratamiento el cáncer y el dolor, preciso la Dra. Jazmín Deneb Ortigosa Gutiérrez, integrante del grupo científico Biodiversidad Marina de Yucatán (BDMY) y de A poco no.

Lo que estudia son las relaciones entre las babosas marinas y cómo están emparentadas, también se pueden encontrar metabolitos secundarios parecidos entre ellas. Los metabolitos secundarios no son indispensables para vivir, pero son usados como defensa contra depredadores y patógenos. Para los investigadores es más fácil copiar patrones de la naturaleza que crear nuevos, de ahí la importancia de buscar en el medio marino, donde se ha identificado una gran serie de compuestos que están siendo estudiados.

Las gran mayoría de las babosas vive en el mar, en los arrecifes de coral, manglares, estuarios, lagunas, pastos marinos e incluso arenales. También pueden estar flotando en el sargazo o en algunas estructuras en el mar, como boyas. Se distribuyen desde la zona de rompeolas hasta grandes profundidades de hasta tres o cuatro mil metros.

La alimentación de las babosas marinas varía de acuerdo con su especie, se pueden alimentar de medusas, hidrozoos, anémonas, algas, fitoplancton, huevos de peces o de otras babosas. Su tamaño varía, las más pequeñas miden entre uno y dos milímetros de adultas, las Aplysias pueden llegar a medir hasta un metro y medio, su vida es entre uno y dos años.

Las babosas marinas son hermafroditas, es decir que cada uno de los individuos tiene la capacidad de producir óvulos y espermatozoides de forma simultánea. Es un proceso que hace eficiente la reproducción, ya que cuando se encuentran con otro organismo, pueden copular. Después depositan sus huevos, los cuales tienen desarrollo directo, es decir que la metamorfosis se realiza dentro de los huevos y cuando se abren salen babosas chiquitas, pero también hay desarrollo indirecto y de los huevos se liberan las larvas a las columnas de agua.

La Dra. Ortigoza ha descubierto e identificado nuevas especies de babosas marinas. La especie descrita como Mexichromis sisalensis y ahora llamada Felimare sisalensis se descubrió en los arrecifes cercanos a la costa de Sisal y mide entre dos y tres centímetros. Otras especies descritas por la investigadora y colegas son Felimare aurantimaculata de Cabo Verde, África, y Okenia picoensis, de las islas Azores, Portugal.

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