La Iglesia y Alvarado
Freddy Heredia: La Iglesia y Alvarado
Las primeras semanas de 1915 estuvieron marcadas en Yucatán por la inestabilidad política, tras la separación del gobernador Eleuterio Ávila, el presidente Venustiano Carranza designó como interino al Gral. Toribio V. de los Santos, quien llegó a gobernar con personajes ajenos a la entidad y reconocidos por su radicalismo.
El descontento que generó este Gobierno interino en un sector significativo de la población yucateca, fue aprovechado por el comandante militar Abel Ortiz Argumedo, quien apoyado por hacendados henequeneros vio la oportunidad de “recuperar” Yucatán, según describe en su libro “Los mensajeros de Job”, la doctora Marisa Pérez Sarmiento.
Tras ser depuesto De los Santos, pidió ayuda a Carranza, quien envió al Gral. Salvador Alvarado al mando de una tropa de diez mil hombres, luego de vencer, el designado Gobernador entra triunfante a Mérida, el 19 de marzo de 1915.
Las tropas de alvaradistas ocuparon la Catedral, por dos días, para luego tomar el Palacio del arzobispo –hoy el Ateneo Peninsular–, respetando siempre la habitación del arzobispo Martín Tritschler, quien estaba exiliado en La Habana, Cuba.
Con la expropiación del palacio arzobispal, los colegios católicos y los templos, las religiosas del Jesús María decidieron cerrar su colegio en Itzimná y abandonar Yucatán, las monjas teresianas fueron forzadas a cerrar su escuela para señoritas, en Mérida se incautó la iglesia Jesús María para convertirla en un templo masónico y su arquitectura se cambió al estilo neomaya. Solamente se realizaría una misa en los templos y quedó rigurosamente proscrita la confesión y la comunión.
Salvador Alvarado dispuso la demolición de las capillas virreinales de San José y del Rosario, unidas al palacio episcopal, el 24 de septiembre de 1915, una manifestación entró a la Catedral para despedazar al señor de la conquista, la Virgen de las Mercedes, la Santísima Trinidad y el Cristo de las Ampollas, mientras eso sucedía, la multitud obligó a la banda municipal interpretar el himno revolucionario “La cucaracha”.
La labor gubernamental de Salvador Alvarado se estructuró con base a leyes que precedieron a la Constitución de 1917, se legisló en materia agraria, hacienda, trabajo, catastro y la ley orgánica de los municipios de Yucatán.
Entre los decretos que Salvador Alvarado impulsó se encuentran la reforma al Código Civil; la Ley del Divorcio decretada por Carranza en 1914; con la aspiración de cimentar una nueva sociedad impulsó la Ley General de Educación Pública, que instauraba la enseñanza primaria laica y obligatoria, con la creación de escuelas en los municipios, haciendas y rancherías; organizó congresos pedagógicos; declaró a Yucatán la primera entidad “seca”, para combatir el alcoholismo en la población indígena y luchó contra la prostitución.
En 1917 el Partido Socialista Obrero de Yucatán postuló al líder ferrocarrilero Carlos Castro Morales, quien sería electo Gobernador y presidiría reuniones entre los socialistas y católicos para regularizar el culto en Yucatán.