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A menudo cuando leemos que las redes sociales y el internet utilizan la información que vertimos para fines publicitarios o poco éticos (como influir en el pensamiento y las elecciones de la gente), las personas desconocemos cómo funciona, pero recientemente un escándalo en México del medio digital Cultura Colectiva ha ahondado en la forma en que operan los portales de “noticias” teledirigidas.

El pasado 3 de febrero la empresa de ciberseguridad UpGuard hizo público que Cultura Colectiva había expuesto una base de datos (fotos, música, datos de amigos, eventos y reservas de vuelos y hoteles) de 540 millones de usuarios almacenados en el sitio de comercio electrónico y servicios Amazon. La respuesta del sitio ante los señalamientos ha sido negar la violación de la seguridad y la privacidad, pues “nunca se expusieron correos electrónicos o contraseñas”. El Instituto Nacional de Transparencia y Protección de Datos Personales realiza una investigación...

Con el lema de que sabe qué nos gusta, cómo nos gusta y a qué hora nos gusta, Cultura Colectiva es un sitio digital que suma 33 millones de visitas mensuales, seis millones de seguidores en Facebook y 15 millones de usuarios únicos, según compartió en una entrevista Jorge del Villar, miembro fundador y CMO (Chief Marketing Officer) del sitio.

Es él también quien expone que desde que iniciaron el sitio comenzaron a recabar información, no ilegal, ya sea de ellos mismos o en Facebook, con la intención de que el portal se convirtiera en el éxito que hoy es. Explica que desarrollaron un algoritmo que les arrojó qué escribir, qué título, cuál foto e incluso predecir el impacto que tendrá la nota, todo con la intención de atraer a los jóvenes millenials a las redes sociales a partir de datos cedidos voluntariamente. En palabras de sus fundadores, esa es la “receta secreta” del negocio (de compra de audiencias y venta de productos de los anunciantes, incluso políticos, según publicó en un artículo El País).

Un reportero que trabajó el año pasado en ese medio explicó que dos palabras que más salieron en el primer trimestre de 2017 fueron decadente y surrealista, mismas que fueron encabezados de notas que obtuvieron muchos “likes”. Ejemplo: “Ilustraciones que muestran lo decadente y banal que es la sociedad” y “Fotografías surrealistas que muestran el cuerpo de la mujer”.

“Nosotros somos la mercancía y es totalmente legal”, apunta Rubén Vázquez, profesor de la Facultad de Estudios Superiores Aragón de la Universidad Nacional Autónoma de México. “Nos observan empresas privadas y gobiernos, pero nosotros no nos damos cuenta y como prácticamente no hay regulación, les abrimos la puerta para que hagan lo que quieran”, agrega.

La extracción de datos de cibernautas es una práctica común y relativamente sencilla, sin embargo José Flores, portavoz de la Defensa de los Derechos Digitales, explica que los datos ordenados para sacarles provecho se convierten en información sensible.

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